TRIBUNA LIBRE / OPINIÓN

Los tres poderes: un totum revolutum para este gobierno

8/06/2020 - 

Cuando uno cree que ya lo ha visto todo con respecto a las actuaciones caprichosas, falaces e irresponsables de este gobierno, intentando tergiversar, manejar o acomodar a su conveniencia la aplicación de la justicia, parece ser que no, que esto sólo está empezando…

Verán ustedes, resulta que la Constitución española de 1978, que yo sepa aún vigente y por tanto de obligado cumplimiento, separa convenientemente los ‘Tres Poderes del Estado’:

Poder legislativo (Cortes Generales)

Poder ejecutivo (Gobierno)

Poder judicial (Jueces y magistrados)

Pues, a pesar de ello, vemos con sorpresa e indignación que este gobierno ha conseguido realizar un totum revolutum  (RAE: ‘todo revuelto’, ‘revoltijo’) a todas luces punible, incomprensible y antidemocrático con estos ”tres poderes”.

Y esto no lo digo gratuitamente, basta con echar mano a la hemeroteca para comprobar cómo el Poder Ejecutivo, o sea el Gobierno, ha invadido y sigue invadiendo al Poder Judicial, o sea los jueces y magistrados, con prepotencia y ‘actitud prevaricadora’.

(Derecho Penal: Prevaricar: “consiste en dictar una resolución arbitraria a sabiendas de su injusticia, es un ‘delito especial que solo puede ser cometido por una autoridad’-o por un funcionario público”).

Y llegado a este punto voy a recordarles principalmente dos hechos ya pasados, aunque uno de ellos mantiene una vigencia especial, estando ambos en consonancia con lo antes aclarado y expuesto...

Los disturbios y algaradas callejeras previas al llamado ‘procés’ en Cataluña y al 1-O:

* La destitución de la Fiscal General del Estado ¿Porqué?

La destitución de dos abogados del Estado:

- Una por ‘apuntalar la investigación de malversación’

- Otro ‘por negarse a cambiar el término rebelión por el de sedición’ con sus consecuencias, por todos sabidas, que provocaron la rebaja significativa de las condenas por el TSJ en relación con los delitos cometidos.

Actuaciones diversas de la Guardia Civil, las últimas por orden judicial y respecto al 8M y sus posibles consecuencias:

* La destitución del coronel Sánchez Corbí, Jefe de la UCO por ‘pérdida de confianza’ (por revelar que no disponían de fondos para seguir investigando casos de corrupción).

* La destitución del coronel Pérez de los Cobos, por 'pérdida de confianza', siendo Jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid y actuando como Policía Judicial (al parecer 'por no querer revelar las investigaciones ordenadas por una Juez' respecto a la posible conducta negligente del ministro Illa, el delegado de gobierno de Madrid y el doctor Simón en la gestión previa a la Pandemia).

* La dimisión  del teniente general Laurentino Ceña, Director Adjunto Operativo (DAO) como consecuencia de lo anterior.

* La destitución o inducción al cese, del teniente general Santa Fé, Jefe del Mando de Operaciones de la Guardia Civil, que era el sucesor natural del DAO por graduación y cargo.

* La dimisión o inducción al cese, del teniente general Díaz Alcantud, Jefe de Personal de la G.C. como consecuencia de la destitución del coronel Pérez de los Cobos y en respuesta a las dimisiones de sus compañeros subdirectores generales.

Y la posible dimisión o cese del teniente general Galán Toledo, Jefe del Mando de Apoyo de la Guardia Civil.

Todo ello ha supuesto una ‘purga total’  y el descabezamiento de la cúpula de la Benemérita.

Hay que aclarar que para ocupar todos estos destinos, que están calificados como ‘de libre designación’, se precisan ‘condiciones profesionales y personales de idoneidad’ que ‘son decididas discrecionalmente por la autoridad facultada para concederlos’ entre los que cumplan los requisitos exigidos para el puesto.

Y además de esto, para ocupar el puesto de primer jefe (DAO) siempre se ha tenido en cuenta el orden entre los cuatro cuatro tenientes generales en activo siendo el Jefe del Mando de Operaciones el primero en la lista de sucesión.

Casualmente, este artículo ha sido recientemente ‘actualizado o modificado’ con fecha 01/04/2020 por el gobierno actual.  ¿?

Parece mentira señor Marlaska que usted como ministro del Interior y, como es harto sabido por todos, juez en excedencia, se pliegue a los mandatos de este Gobierno y pida al Jefe de la Policía Judicial de la Guardia Civil desvelar el resultado de las investigaciones ordenadas por la Juez ‘que instruye el caso de posibles negligencias de miembros del gobierno en la gestión de la covid 19’.  ¡Increíble, punible y despreciable!

¿Nos podría explicar, señor Marlaska, en qué supuesto jurídico delictivo incluye usted su actuación?

¿Podría declarar bajo juramento ante un Juez que las destituciones que ha ordenado en la cúpula de la Guardia Civil obedecen exclusivamente, como ha dicho, a “una política razonable de reconstitución de nuevos equipos”?

¿Podría declarar bajo juramento ante un juez lo que ha dicho en el Congreso... “Injerencia es una palabra que no la conjugo”, refiriéndose a su no intromisión en asuntos legales?

La gravedad de la irresponsable gestión de su gobierno en la pandemia, con sus continuas variaciones y falta de rigor en las cifras de contagios, de muertos y de pensionistas desaparecidos, siendo terrible por su implicación humana, puede quedarse corta si se demuestra la posible injerencia en el Poder Judicial.

Todo ello cuando el Benemérito Cuerpo de la Guardia Civil, por primera vez en sus 176 años de historia ‘mandado por una mujer con muy escaso o nulo protagonismo’, sufre una crisis sin precedentes en su cúpula motivada por los ceses, destituciones, renuncias y nombramientos caprichosos ‘a dedo’ obviando la normativa vigente para estos casos.

¿Han olvidado ustedes el Lema de la Guardia Civil?... Por si acaso, se lo recuerdo: “El Honor es la principal divisa”.

Mientras tanto en el Congreso y en la Comisión creada para "solucionar problemas creados por la pandemia" su socio comunista Iglesias, se dedica a provocar a lo que es para él la ultraderecha, es decir todo lo que no es comunismo y socialismo y acusarles de intentar provocar la sublevación de la Guardia Civil y el Ejército.

Señor Iglesias creo que no están los tiempos para que usted se dedique a elucubrar y poner en duda la integridad y el honor de estos colectivos que se han caracterizado por estar siempre al Servicio de España y de los españoles, independientemente de quien ocupe el sillón en La Moncloa.

Moderen su lenguaje y preocúpense de levantar al País de la peor crisis de la historia.

Y para finalizar permítanme que recuerde una frase del filósofo irlandés Edmund Burke: “Lo único que necesita el mal para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada por evitarlo”.

Aunque, a lo mejor en estos momentos, sería más apropiado recordar lo que dijo Ortega y Gasset:  “Nadie sabe lo que pasa y eso es precisamente lo que nos pasa”

José Manuel García Albarrán es médico jubilado



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