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Los dos personajes cómicos del Circo del Sol son de Alicante y Murcia

Los Pablos: "De los acróbatas aprendemos a ser precisos y no movernos de más en lo cómico"

18/07/2024 - 

MURCIA. El Circo del Sol ha llegado a la vecina Alicante con su Alegría. Bajo una nueva luz. Durante el mes y medio que la función permanecerá en el recinto cercano al Mediterráneo, 53 artistas actuarán sacarán a relucir sus acrobacias de vértigo ante las 2.500 personas que albergará cada función. Entre el medio centenar de artistas se encuentran los Pablos, como se conoce internamente a Pablo Gomis y Pablo Bermejo, los dos personajes cómicos que conducen el show. Los payasos son originarios de Alicante y Murcia, respectivamente, y han ideado ellos mismos sus personajes, estando presentes en el proceso creativo: "Los personajes se basan en lo que a nosotros nos gusta en la comedia", resumen.

- ¿Cómo llegáis a ser los dos payasos de la gira Alegría. Bajo una nueva luz del Circo del Sol?

- Pablo Gomis: Estábamos buscando trabajo...

Pablo Bermejo: ...y dijeron: "Tú tienes cara de payaso".

PG: No, es broma. Nosotros estudiamos teatro y nos especializamos en comedia. Además, nuestro director y maestro entró a trabajar en el antiguo Alegría. Cuando se lo dejó, me recomendó que me presentara al casting y ahí entré yo. Y años después entró él (Pablo Bermejo).

PB: Como hemos trabajado juntos anteriormente, teníamos un grupo de WhatsApp llamado Le bouffon, que lo dirigía este maestro nuestro. Hice un casting y acabamos los dos de payasos.

- O sea que primero entró uno (Pablo Gomis) y, más tarde, el otro (Pablo Bermejo)...

- PG: Yo entré en 2007.

PB: Y yo en 2013.

PG: Hemos estado ya en tres shows diferentes.

PB: Los dos hemos estado en los mismos: en la antigua versión de Alegría, en uno que estaba exclusivamente en Disneyland Orlando y en esta versión de Alegría.

- Imagino que, aunque vuestros personajes son cómicos, algo de ese ellos debéis tener vosotros en la vida real para encarnar el papel. ¿Qué requisitos pedían? 

- PB: El proyecto surgió de manera espontánea.

PG: No pidieron lo mismo cuando entramos -que querían que cumpliéramos un perfil, yo de payaso bajo y él de payaso alto- que ahora, que nos han llamado también para hacer la creación. Ya nos conocen, ya saben cómo trabajamos y hemos desarrollado los números de cero.

PB: Originalmente, se iba a recrear el mismo Alegría de antes que, como lo habíamos hecho nosotros, pensaron en volver a traer a los Pablos. Pero después surgió el proyecto de hacer una versión nueva; nos dieron el dibujo de los dos aristócratas, nos dijeron que íbamos a ser nosotros y nos invitaron a crear a los personajes.

- Eso refuerza incluso más la teoría de que los personajes llevan mucho de vosotros, porque habéis volcado vuestras características al crearlos...

- PG: Sí, claro claro.

PB: Totalmente. Nuestra relación en la vida real es muy como la de estos dos personajes, aunque en el espectáculo está llevado al extremo. Eso se refleja, al igual que la amistad que tenemos desde hace años.

PG: Y la tontería...

- Los dos payasos hacen un humor que tiene riesgo de caer en lo absurdo, pero no sobrepasáis esa línea. ¿Cómo lográis no rebasar ese límite?

- PG: Es una cuestión de gusto; hay cosas que a nosotros nos hacen gracia, pero preferimos no hacerlas porque la estructura general es de otra forma. No es solo lo que haces en el número, también lo que descartas.

PB: Los personajes se basan en lo que a nosotros nos gusta en la comedia. Probamos cosas que a lo mejor pierden la parte emocional o la historia entre nosotros, así que no arriesgamos por conseguir una única risa. Buscamos que todo tenga una conexión y que, dentro del desequilibrio que tiene la comedia, esté equilibrado.

- Además, conseguís cazar tanto a mayores como a pequeños con un mismo número. ¿Cómo hacéis para tener un código de edad compartido?

- PG: Nosotros trabajamos con una base rítmica muy potente, y eso a todo el mundo le comunica algo. Simplemente por el ritmo, hay cosas que son graciosas para un niño, mientras que por lo que significan, a lo mejor son graciosas para los alumnos. Pero, en general, todo el mundo lo puede apreciar de una u otra manera.

- Sois 53 artistas sobre el escenario, la gran mayoría acróbatas. ¿Habéis aprendido a hacer alguna voltereta?

- PB: A esta edad, ya un poco tarde (ríe).

PG: Algo se contagia. Aquí está todo el mundo haciendo deporte, así que haces algo para mantenerte, porque el trote físico es... interesante. Por el ambiente sí haces cosas que en otra situación no harías. Y que el deporte es bueno, niños.

PB: Yo admiro mucho la limpieza física que ellos tienen, no solo la acrobática, sino la presencia y movimientos que tienen sobre el escenario. Llevado a lo cómico, intentamos ser limpios, precisos, no movernos de más... De ellos se aprende un montón.

- Al final son dos horas de estar recorriéndote el escenario, de desgaste físico y mental...

- PB: Tenemos que estar alerta de lo que pasa con el público, con nuestros compañeros, con el ritmo del número, con las risas, etc.

- Hablábamos de dos horas de show. Pero antes pasáis por maquillaje y vestuario. ¿Cómo lleváis esa preparación previa?

- PG: Bien, es una especie de meditación antes de la batalla. Cada uno se maquilla a sí mismo y, así, ese tiempo es para ir desconectando de la vida normal.

PB: Tenemos una rutina: vengo dos horas y media antes, como, escucho música o un podcast, me maquillo, estiro, hago un poco de tontería, me visto y al ataque.

- Con estos shows en Alicante, uno de vosotros está en casa y otro, muy cerca de ella. ¿Cómo se siente actuar aquí?

- PB: Está muy bien, porque van a venir amigos y familia.

PG: Es el placer de poder hacerlo para los nuestros. Juegas en casa, porque nuestro público aquí es como nuestra familia.

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