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la nueva normalidad de tranvías y buses

Los murcianos no le temen al transporte público: sí es seguro

19/07/2020 - 

MURCIA. El transporte público es un servicio necesario para gran parte de los murcianos a la hora de desplazarse, pero tras la pandemia muchos de ellos prefieren evitarlo e ir en sus vehículos propios a no ser que sea estrictamente necesario. Aun así, las compañía encargadas del tranvía de Murcia y de los autobuses defienden que son completamente seguros.

Los responsables del transporte público están "relativamente" indignados con las recientes declaraciones del alcalde de Murcia, José Ballesta, que comentaba que el miedo de la población al uso del transporte estaba "provocando grandes pérdidas al sector".

Durante el confinamiento, el transporte público ha estado funcionando de manera regular, pero obviamente, casi sin pasajeros. Ahora, poco a poco, los autobuses y tranvías van recuperando ‘su normalidad’ con las medidas sanitarias adecuadas.

La compañía Latbus ya cuenta con su certificación de ‘Espacio Protegido covid-19’ y aseguran que el desplazamiento en cualquiera de sus autobuses es seguro tanto para los usuarios como para los trabajadores. Desde Latbus, sostienen que cumplen con todas las medidas dictadas por Salud y que no perciben ningún temor por parte de los usuarios a la hora de usar el transporte. Explican que el número de pasajeros en las ciudades y pedanías disminuye en estas fechas, pero que aumentan los desplazamientos a los lugares de costa, tanto este año como en los años anteriores.

"No existe ningún miedo"

El número de pasajeros ha bajado en términos generales, pero se siguen cumpliendo las estadísticas de la época en las que nos encontramos, y que no percibe ningún miedo por parte de los pasajeros en los viajes, aclaraban desde la empresa de autobuses.

Lo mismo ha comentado el director de Tranvía Murcia, Severiano Arias, insistiendo que la bajada de usuarios no se debe, en su totalidad, al miedo por el contagio. "Los usuarios más frecuentes en el tranvía son los jóvenes, especialmente los universitarios, por lo que es obvio que, tras la suspensión de las clases presenciales, esos usuarios se pierdan", afirma Arias, "Nos encontramos al mismo nivel de pérdidas económicas que otras ciudades con tranvía como Zaragoza, Sevilla y Málaga, con una caída del 40%-45%". 

Ahora mismo el número de tranvías al uso son los mismos previos a la pandemia, once, y en cada uno se siguen las medidas de prevención obligatorias.

En los transportes públicos es obligatorio el uso de mascarillas, tanto entre los pasajeros como en los conductores, una mampara para evitar el contacto directo entre ellos y, en la entrada, se puede disponer de hidrogel. Además, las limpiezas de todos los tranvías y autobuses siguen unas estrictas medidas de higiene y los desinfectan en cada trayecto que realizan siguiendo sus respectivos protocolos.

Con respecto al aforo, es reducido. Aunque están en uso el 100% de los asientos, la cantidad de pasajeros que estén de pie tiene que ser el máximo para que haya una distancia de seguridad adecuada.

Conciencia social de la gente

Los usuarios están de acuerdo con estas medidas, pero insisten en la conciencia social de la gente y el respeto. "Las normas son efectivas si la gente las cumple, pero no siempre es así. No es el miedo al transporte público, sino a las personas que lo usan sin respetar las medidas de seguridad", comentaba Fran, un usuario frecuente del tranvía.

Pasajeros que mantienen un uso corriente con el autobús y el tranvía proponen el uso de guantes desechables para evitar el contacto directo con las barras o en los asientos, sobre todo en los autobuses, donde el espacio es más reducido y no tan estable.

Tanto los responsables de los transportes públicos, como los usuarios concienciados de la situación, tienen claro que esto es un problema de todos, y todos debemos colaborar. Las normas están hechas para cumplirlas, y cada uno debe actuar con sentido común propio. "No se puede ir detrás de la gente que como si tuvieran cinco años", decía indignada Ana, que esperaba en la parada la llegada de su autobús.

Todas las personas que dieron su opinión coincidían en una cosa: el miedo está tanto al caminar por la calle, como en el transporte público, y que esto no pasaría "si todos cumpliésemos las medidas dictadas por sanidad".

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