Los llenos en fin de semana salvan la temporada de verano de los hoteles del Mar Menor

CARTAGENA. La temporada alta ya se encuentra activa en toda España y la costa de la Región no es ajena. La ausencia de restricciones invita a los hoteleros a pensar en un verano prometedor para el sector. Sin embargo, pese al optimismo imperante, dos elementos mantienen la incertidumbre en el sector turístico. Por una parte, el incremento de los costes derivado de las altas tasas de inflación provoca un escenario en el que la rentabilidad no está asegurada. Por otra, la incertidumbre general hace que la pregunta sobre qué ocurrirá tras el verano esté en la cabeza de los profesionales de la industria turística de la Región.

"Ahí vamos. Entre semana la cosa está tranquila todavía, pero los fines de semana sí está habiendo buenos niveles de ocupación, rozando el lleno", afirma Soledad Díaz, presidenta de Hostetur. La ausencia de restricciones hace que los datos turísticos se empiecen a acerca a los de 2019, último año 'natural', sin que la pandemia modificará los hábitos de consumo.

Los hoteleros esperan que a partir de la segunda quincena de julio la ocupación se empiece a estabilizar a lo largo de la semana, sin que existan esos picos que hay ahora mismo, con poca ocupación entre semana y picos de huéspedes durante los fines de semana. "Ahora muchos hoteles se encuentran a un 60% de ocupación, que para las fechas en las que estamos no está nada mal. Todos pensamos que a partir de este mismo fin de semana la ocupación va a crecer y se va a estabilizar durante toda la semana", añade Díaz, esperanzada de que vaya a ser un buen verano para el sector pese a los problemas de rentabilidad que afectan a todos los sectores económicos. "Las reservas indican que en los próximos días la ocupación va a remontar".

En lo que sí detectan los hoteleros un cambio es en los hábitos de consumo. "Desde la segunda semana de junio sí hemos notado una caída en el consumo. La gente reserva para dormir, pero en el resto de los apartados, el gasto es menor. Lo noto en mi propio hotel", apunta Díaz como uno de los grandes obstáculos que tendrá que solventar el sector turístico en los próximos meses. "Hemos tenido que retocar los precios de forma inevitable. Pero los precios siguen estando muy ajustados. El ajuste es mínimo. Hablamos de buenos datos de ocupación, pero la rentabilidad ya será otra historia", explica la presidenta de Hostetur. "El aceite, la harina, el gas…Todas estas materias primas han subido mucho", añade.