CARTAGENA. A escasas semanas de que comience de forma oficial el verano, el sector turístico cruza los dedos para que se cumplan las perspectivas que los primeros seis meses del año han arrojado. Con los pisos vacacionales con todo alquilado desde hace meses, los hoteles de la Costa Cálida esperan que las perspectivas que tienen se cumplan tras una primera mitad de año que hubieran firmado al comenzar este 2022.
"Tenemos muy buenas perspectivas. El primer trimestre ha estado muy bien en niveles de ocupación, la Semana Santa, si tomamos como referencia 2019, hemos sobrepasado los datos de ese año, y ahora las previsiones están entorno al 60% de ocupación", señala Soledad Díaz, presidenta de Hostetur, patronal de los hoteles de la Costa Cálida. "Hay que tener en cuenta que el turista que viene en verano a la Región es nacional, y siempre se produce un incremento de las reservas conforme se acercan las vacaciones. La gente no se vuelve loca, los españoles tendemos a esperar a última hora", añade Díaz.
Hay varios aspectos a tener en cuenta en este verano de 2022. Uno de ellos es la inflación. La subida de precios ha afectado a todos los sectores, y el turismo no es ajeno a este contexto. "Hemos tenido que retocar los precios de forma inevitable. Pero los precios siguen estando muy ajustados. El ajuste es mínimo. Hablamos de buenos datos de ocupación, pero la rentabilidad ya será otra historia", explica la presidenta de Hostetur. "El aceite, la harina, el gas…Todas estas materias primas han subido mucho", añade.
Otro de los quebraderos de cabeza es la situación del Mar Menor. "La gente nos pregunta mucho. Necesitamos que nos faciliten datos de cual es el estado del agua, si es apta para el baño. Si no se pudieran bañar en una determinada zona del Mar Menor, se puede desplazar la gente a otras zonas, habilitando transporte en esos lugares del Mar Menor que estén mejor. No vamos a descuidar esto, pero también debemos tener en cuenta que hay mucha costa en la Región. Tenemos la esperanza de que va a ser un buen verano", explican Díaz. Los hoteles vuelven a funcionar tras dos veranos atípicos.