MURCIA. Los colegios de ingenieros y el Instituto de Ingeniería de España (IIE) proponen habilitar la prolongación del actual curso académico para que se puedan realizar aquellas prácticas docentes claves para adquirir las competencias habilitantes en cada rama de la ingeniería.
El ministerio de Universidades presentó hace unos días el documento de la Conferencia General de Política Universitaria ‘Recomendaciones sobre criterios generales para la adaptación del sistema universitario español ante la pandemia del Covid19, durante el curso 2019-2020’ en el que se incluyen las directrices académicas y organizativas para el desarrollo del resto del presente curso. En él se prevé que toda la docencia, tanto clases teóricas como prácticas, se realicen de forma online.
Ante esta circunstancia, los ingenieros han mostrado su preocupación por la insuficiente consideración de la formación práctica en la docencia, requisito imprescindible para adquirir la mayor parte de habilidades, destrezas y competencias previstas en cada titulación en las correspondientes órdenes ministeriales que las regulan.
Consideran que los futuros titulados van a ser el capital humano esencial para mantener la competitividad de los sectores estratégicos. Por tanto, “consideramos que no se debe subordinar todo a mantener un calendario fijado en condiciones totalmente diferentes a las actuales, sacrificando la calidad formativa e impidiendo a los profesores desarrollar una parte esencial de sus obligaciones docentes. En una situación tan excepcional no se debería partir de la presunción de que los docentes y el personal de apoyo a las prácticas no estén dispuestos a impartir esas prácticas esenciales cuando sea posible, sea en junio, julio o septiembre, y siempre con las garantías de seguridad correspondientes, reduciendo si fuera necesario el tamaño de los grupos".
Aunque una parte de las prácticas se podrían en principio organizar online, el grueso de las mismas son de campo y laboratorio. Colegios profesionales e Instituto de Ingeniería no consideran viable la posibilidad de sustituir su efecto y función formativos por informes y otras aportaciones de los alumnos con el único objetivo de justificar una dedicación, pero que apenas pueden aportar lo que requieren para convertirse en unos ingenieros plenamente competentes.