MURCIA. Los hosteleros de Murcia han intentado entregar este viernes las llaves de sus establecimientos al alcalde del municipio, José Ballesta, como protesta, aunque no lo han conseguido. Con este acto simbólico, organizado por la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de la Región de Murcia (Hostemur), se ha querido denunciar el "abandono" municipal del sector ante los efectos de la crisis sanitaria por la covid-19". Si este jueves los hosteleros se reunían para mostrarle sus reivindicaciones con el delegado del Gobierno en la Región de Murcia, José Vélez, este viernes pretendían hacerlo con alcalde de Murcia.
Pero Ballesta "no se ha prestado" a recibirles, lo que para la patronal ha sido una "oportunidad perdida para demostrar que el sector, uno de los motores de la ciudad, le importa de verdad", según informaron fuentes de Hostemur en un comunicado.
"Cuando entramos en fase 1 el Ayuntamiento se apresuró a asegurar que iba a buscar hasta el último centímetro para ampliar nuestras terrazas, con técnicos municipales en la calle midiendo en los establecimientos. Pero a la hora de la verdad ha hecho la interpretación más restrictiva de toda España de la norma y nos ha puesto la soga al cuello", se queja el presidente de Hostemur, Jesús Jiménez.
Y es que la hostelería, con la interpretación tan "restrictiva" que está haciendo el Consistorio de la capital para las ampliaciones de terrazas y la ausencia de medidas de ayuda, tiene ante sí un "oscuro futuro", según explican.
"En toda la Región los ayuntamientos se están volcando con sus hosteleros y Murcia, que debería ser el emblema porque cuenta con el mayor número de establecimientos, mira hacia otro lado. Municipios como Cartagena, Archena o Fortuna han tomado grandes medidas de apoyo a la hostelería, pero aquí -por ejemplo- se están denegando todas las solicitudes de ampliación de terrazas", explica Jiménez.
Unos 3.000 establecimientos en Murcia que, ante lo que tildan de "pasividad y falta de contundencia" del Ayuntamiento ante la complicada situación, se ven abocados muchos problemas económicos que pueden desembocar en su cierre.
"No es cuestión de colores, es cuestión de voluntad política. El Ayuntamiento como institución es el que debe dar una solución a sus vecinos", señalan desde Hostemur, donde también recuerdan que en España se han tomado las medidas más restrictivas en hostelería: la reducción de aforo y la distancia mínima de 2 metros, cuando en otros países europeos solo es de 1 ó 1,5 metros.
Una actitud municipal que tampoco sorprende en el sector, que siempre se ha encontrado con una actitud "poco colaboradora" del Ayuntamiento murciano, según las mismas fuentes.
"Históricamente hemos tenido muchos problemas, con temas como veladores, terrazas, aforos, ruidos... Tantas trabas hemos encontrado en nuestro camino que recordamos que el año pasado hicimos el primer cierre patronal de la historia", apunta Jiménez.
Los hosteleros de la capital han mantenido varias reuniones con representantes municipales pero "no con el alcalde", al que llevan esperando "más de un año". Sin embargo, lamentan que las soluciones "no llegan".
"Necesitamos ayuda porque estamos al borde del colapso. Los negocios son inviables con las medidas actuales y necesitamos que nuestro Ayuntamiento, el que este año defendía la capitalidad gastronómica apoyada en nuestros hombros, se moje", reivindican los hosteleros.