MURCIA. Los funcionarios de prisiones de la Región se han concentrado en la cárcel de Campos del Río para reivindicar sus malas condiciones y derechos ante la muerte de la cocinera del centro penitenciario Mas d' Enric en Tarragona.
El asesinato de la trabajadora, Nuria, ha llenado de rabia y dolor a los empleados públicos penitenciarios tanto de Cataluña como de toda España. Además ha puesto en evidencia la crítica situación que sufren estos trabajadores, quienes reclaman un tratamiento individualizado de los internos, a los que se le aplican políticas generalistas independietemente del perfil de cada interno. Los funcionarios de la Región se cuestionan si el próximo incedente será en Campos del Río, una de las cárceles más violentas del país por el el elevado número de agresiones, no solo entre presos, sino también a los propios trabajadores.
Los empleados públicos también reclaman su derecho a ser considerados agentes de autoridad a la hora de realizar sus funciones, una reinvidicación que el colectivo persigue desde sus inicios pero que no parece ser prioridad de los políticos. Según los trabajadores, para adaptarse a los numerosos cambios que han sufrido los reclusos en estos últimos años, el sistema debe cambiar los protocolos y mejorar la dotación de medios materiales y humanos.
Desde la Región, todos los trabajadores han rendido un homenaje a su compañera, el primer asesinato de un trabajador penitenciario en su puesto de trabajo. "No se puede repetir. Todos con Nuria", los trabajadores de Campos del Río.