MURCIA. Los empresarios de la construcción de la Región se muestran inquietos por la inversión en obra pública. Y es que, aunque las licitaciones alcanzaron su mejor resultado en el 2022 desde el año 2008 con 870 millones de euros, destacan que aquella cifra estaba muy influenciada por los 375 millones de las obras del AVE y que esta tendencia se ha revertido por completo en el 2023.
Y es que en los dos primeros meses de este año se ha contabilizado una caída del 83% en la inversión en obra pública frente al mismo periodo del 2022, tal y como consta en el Barómetro de la construcción que realiza Frecom. En términos absolutos, la licitación en los meses de enero y febrero alcanzó un valor de 39,47 millones de euros, correspondiendo un 49,7% a la administración local, un 31,5% a la administración central y el 18,7% restante a la autonómica.
"En 2007 se invirtieron 1.300 millones en obra pública en la Región de Murcia y en 2016 tan solo 160 millones, mientras que ahora en 2022 alcanza los 870 millones. El diente de sierra es tangible, pero mientras que en Valencia la tendencia es ascendente en la Región es estable e incluso descendiente. Que alguien me explique a mí cómo se sostienen las empresas si no hay contratos. No hay forma de hacer industria de la obra pública", explica el presidente de la Federación Regional de Empresarios de la Construcción de Murcia (Frecom), José Hernández.
Hernández recuerda que el crecimiento económico de la Región y su posicionamiento para captar inversiones industriales y turísticas comienza por incrementar la inversión que el Gobierno de España destina a la Región, al igual que también pide la colaboración del resto de administraciones.
En este sentido, Hernández destaca que existe una amplia diferencia de inversión estatal en obra pública entre las comunidades del Arco del Mediterráneo y la Región, pues estas reciben entre el 12% y el 15% del total de la inversión de obra pública nacional, mientras la Comunidad murciana se encuentra en el 6%.
"En inversión por habitante la Región está en los 276 euros, mientras que las CCAA limítrofes están en los 300 y los 343 euros. Estamos marginados en inversión de obra pública", incide Hernández, que apunta a este problema como uno de los nubarrones negros que pueden truncar el buen desempeño esperado para el sector en este 2023.
Y es que a lo largo de 2022, la construcción ya ha liderado, junto al sector terciario, el incremento del PIB español. Para este 2023, si bien la previsión es más moderada, los indicadores auguran un incremento de actividad de construcción en 2023 en torno al 4%, impulsado por la obra civil y la edificación no residencial, y en menor medida por la rehabilitación de edificación residencial: "Llevamos años diciendo que podemos ser un sector palanca si se toman medidas en cuanto a la construcción de vivienda y la obra pública", explica al tiempo que recuerda que las subidas de los tipos de interés o el elevado coste de las materias primas son asuntos que continúan en el horizonte.
En cuanto al mercado inmobiliario, Frecom prevé una cierta estabilidad en cuanto a precios y compraventa, si bien los análisis trasladan la posibilidad de una ligera disminución en el número de operaciones. Así, el precio de la vivienda subió un 4,4% en 2022 y la previsión para 2023 es la estabilidad: "El sector está en un momento solvente, por lo que no se espera un impacto brusco a pesar de cierta incertidumbre por la tendencia inflacionista. Las obras nuevas que están ejecutándose están vendidas y gestionadas por promotores con solvencia contrastada", concluye Hernández.