MURCIA (EP). Una taza de té diaria podría ayudar a tener una mejor salud en la tercera edad; sin embargo, si no se bebe té, hay otras cosas que se puede añadir a la dieta, según un estudio de la Universidad Edith Cowan (Estados Unidos).
La clave está en los flavonoides, que son sustancias naturales que se encuentran en muchos alimentos y bebidas comunes, como el té negro y el verde, las manzanas, los frutos secos, los cítricos y las bayas, entre otros.
Hace tiempo que se sabe que tienen muchos beneficios para la salud, pero esta nueva investigación, publicada en la revista científica 'Arteriosclerosis Thrombosis and Vascular Biology', demuestra que pueden ser incluso mejores de lo que se pensaba.
Este estudio se ha realizado 881 mujeres de edad avanzada (con una edad media de 80 años), en el que se descubrió que era mucho menos probable que tuvieran una gran acumulación de calcificación aórtica abdominal (CAA) si consumían un alto nivel de flavonoides en su dieta.
La CAA es la calcificación de la aorta abdominal (la mayor arteria del cuerpo que suministra sangre oxigenada desde el corazón a los órganos abdominales y las extremidades inferiores) y es un factor de riesgo cardiovascular, como el infarto y el ictus. También se ha descubierto que es un indicador fiable de la demencia tardía.
Aunque hay muchas fuentes dietéticas de flavonoides, algunas tienen cantidades especialmente elevadas. "En la mayoría de las poblaciones, un pequeño grupo de alimentos y bebidas, con un alto contenido en flavonoides, contribuye a la mayor parte de la ingesta total de flavonoides en la dieta. Los principales contribuyentes suelen ser el té negro o verde, los arándanos, las fresas, las naranjas, el vino tinto, las manzanas, las uvas pasas y el chocolate negro", ha resaltado el director del estudio, Ben Parmenter.
Hay muchos tipos diferentes de flavonoides, como los flavan-3-oles y los flavonoles, que, según el estudio, también parecen tener relación con el CAA.
Los participantes en el estudio que tenían una mayor ingesta de flavonoides totales, flavan-3-oles y flavonoles tenían entre un 36 y un 39 por ciento menos de probabilidades de padecer CAA extensa.
El té negro fue la principal fuente de flavonoides totales de la cohorte del estudio y también se asoció con una probabilidad significativamente menor de CAA extensa.
En comparación con los encuestados que no bebían té, los participantes que tomaban entre dos y seis tazas al día tenían entre un 16 y un 42 por ciento menos de probabilidades de padecer CAA extensiva.
Sin embargo, otras fuentes dietéticas de flavonoides, como el zumo de frutas, el vino tinto y el chocolate, no mostraron una asociación beneficiosa significativa con la CAA.
Aunque el té negro fue la principal fuente de flavonoides en el estudio, probablemente debido a la edad de los participantes, el doctor Parmenter ha afirmado que las personas pueden seguir beneficiándose de los flavonoides sin necesidad de poner la tetera al fuego.
"De las mujeres que no beben té negro, una mayor ingesta total de flavonoides no procedentes del té también parece proteger contra la calcificación extensa de las arterias. Esto implica que los flavonoides de fuentes distintas al té negro pueden ser protectores contra el CAA cuando no se consume té", ha resaltado.
El investigador ha señalado que esto es importante, ya que permite a los no bebedores de té seguir beneficiándose de los flavonoides en su dieta. "En otras poblaciones o grupos de personas, como los hombres jóvenes o las personas de otros países, el té negro podría no ser la principal fuente de flavonoides", ha apuntado.
El CAA es un importante factor de predicción de eventos de enfermedad vascular, y este estudio muestra que la ingesta de flavonoides, que podría proteger contra el CAA, es fácilmente alcanzable en la dieta de la mayoría de las personas.