MURCIA. El camino a la recuperación ya había comenzado a andarse para los bares de la Comunidad de Murcia. Con una quinta ola más bien contenida y un porcentaje de vacunación que invitaba al optimismo, las restricciones habían desaparecido casi por completo y la reactivación del sector ya se hizo patente en los meses de otoño. No obstante, la llegada del invierno ha vuelto a poner patas arriba la situación epidemiológica, con las consiguientes limitaciones que eso ha supuesto para la hostelería regional, que vuelve a encontrarse en una "situación de incertidumbre" que creía haber dejado atrás.
Y es que, pese a los buenos resultados de meses como el de este pasado noviembre, "el final de 2021 en conjunto está siendo catastrófico", según indica José María Rubiales, presidente de la Asociación de Cafés y Bares de la Comunidad murciana, adscrita a la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de la Región (Hoytú).
En específico, lamentan la avalancha de cancelaciones de comidas de empresa que ha tenido lugar en este diciembre, un mes con el que los bares contaban para recuperar todo lo que no se había ganado durante el resto del año: "Cuando estábamos preparando un diciembre como el de antes de la pandemia empezaron los problemas. Primero llegaron las complicaciones por la crisis del transporte, y ahora las restricciones están haciendo que no podamos levantar cabeza", mantiene Rubiales en conversaciones con Murcia Plaza.
"Estábamos preparando un diciembre como el de antes de la pandemia"
Este escenario se produce en uno de los momentos más productivos para la hostelería. “Si perdemos la Navidad, muchos negocios no van a tener músculo para sobrevivir. Sería una catástrofe. Hay que tener en cuenta que, para la hostelería, la Navidad supone cerca del 25% de los ingresos de todo el año. Perder estas fiestas sería fatal para el sector”, afirma Jesús Jiménez, presidente de la patronal hostelera.
Y es que las tradicionales 'Tardebuena' y 'Tardevieja' ya forman parte de las tradiciones de la Región de Murcia, aunque este año no están pudiendo tener toda la fuerza que habrían deseado tanto hosteleros como comensales.
Ante la situación en la estos negocios van a concluir el año, las principales preocupaciones se dirigen a lo que pueda ocurrir en un futuro próximo. Al fin y al cabo, la mayoría de la población ya está vacunada y, tras casi dos años de experiencia en lidiar con el coronavirus, la luz sigue sin aparecer al final del túnel: "No es lo que hemos perdido ya, es lo que vamos a perder", remarca Rubiales.