LORCA (EFE). El Ayuntamiento de Lorca ha iniciado este miércoles el derribo de una casa en ruina que acaba de expropiar en la calle Gigante bajo la cual está previsto localizar restos arqueológicos de la muralla medieval de la ciudad en un tramo de gran interés situado junto al Porche de San Antonio, la única puerta del recinto fortificado aún en servicio.
Bajo el pavimento de la casa los expertos prevén hallar parte del paño número 13 de la muralla y la parte trasera de la torre número 9, que se desplomó en parte durante un episodio de lluvias en el año 2007.
El arqueólogo Clemente López, que ha supervisado los trabajos, ha dicho que los restos que se conserven del torreón deben estar bajo el pavimento de la casa y el paño de la muralla que arranca en ese punto es el que prosigue hasta la zona de la colegiata de San Patricio, por la calle Cava.
Para el experto la recuperación de nuevos tramos de la muralla es "tiene un valor enorme, porque la configuración actual del casco histórico de Lorca está regido por la propia configuración de la muralla", que fue "una construcción imponente" que con el devenir del tiempo se usó como apoyo de las casas que se construyeron extramuros e intramuros.
La concejala de Urbanismo y Casco Histórico, María Hernández, ha dicho que esta intervención da continuidad al proyecto de conservación y puesta en valor de la muralla, que hace años permitió recuperar 190 metros lineales de esta construcción, datados entre los siglos XII y XV que fueron rehabilitados en el barrio de San Juan.
Se puso en valor la Torre Rojano, frente a la antigua cárcel y la Casa del Artesano, pero también un importante tramo junto al Porche de San Antonio, que también fue rehabilitado, y las obras en el convento de las mercedarias permitieron descubrir otro tramo ahora visitable al igual que ocurrió en el conservatorio Narciso Yepes.
Según la edil aún quedan unos 280 metros lineales de muralla ocultos en edificaciones del casco antiguo.