MURCIA. Me pregunto si este señor tendrá algún familiar psicólogo falto de pacientes, porque estoy convencida que cada vez que cierra la hostelería se tienen que llenar las consultas de los terapeutas.
"son lugares maravillosos, son el paraíso en la tierra"
A mí es que esto de tener que salir desayunada de casa me da mucha depre. ¿Va a comparar tomarse unas tristes tostadas de aceite con un café helado entre mochilas, despertadores y estrés a tomarse un expreso con leche especial hostelería premium, a la temperatura de la lava volcánica con su espumita y todo? Y esas tostadas crujientes hechas con todo el amor, con su tomatito, su atuncito y su quesito fresco. ¡Hombre, pues no hay color! ¡Con Filomena o sin ella!... Si es que solo escribirlo y ya me entran ganas de llorar.
Los bares son lugares maravillosos, son el paraíso en la tierra. Hay dos cosas sin las que mi existencia no tendría sentido: los bares y la asistenta. ¡Otra que me hace feliz!; viene, no me habla, deja el trabajo hecho, cobra y no espera nada más a cambio. El éxtasis de las relaciones. Visto así, a lo mejor voy a terminar entendiendo a los hombres.
Piense en un solo amigo que tenga con el que no haya sellado su amistad verdadera en un bar. Las relaciones surgen del roce, ya sabe, del colegio, de los partidos de futbito, del trabajo, de los amigos de tus amigos (que como rezaba la canción, son mis amigos). Pero las amistades se cierran en los bares. Tendrás muchos conocidos, pero nadie es tu amigo legítimo hasta que no te has cogido una buena cogorza con él. Y si no, tiremos de hemeroteca… cuando le echaba el brazo por encima del hombro a su compadre y le decía con media lengua:
—Paco... Te quiero... Tú sí que eres un amigo… Aquí me tienes pa lo que haga falta.
Nosotras a esta bucólica estampa le sumábamos el rímel corrido y unos cuantos mocos de llorar, porque el tal Paco pasaba de ti.
Pero el termómetro para saber cómo de amigas son dos mujeres es contar por horas el tiempo que llevan cotorreando. No puedes quedar con una amiga y ponerte al día en media hora de lo que has hecho ayer. Imposible. Ahí hay un trabajo de psicoanálisis que ríase usted de Freud … y sin diván… en una silla de bar.
Apostaría el cuello, y no creo que lo pierda, a que la mayoría de ustedes también han conocido a su pareja en un bar… Porque pinta de haber pasado la adolescencia en la biblioteca no tienen. ¡Si esas paredes hablaran! ¿Recuerda cuando estábamos en el pub de moda uno con otro, cual caja de plastidecores y te abrías paso como Moisés en el Mar Rojo hasta la barra para pedir las bebidas de tus amigas? Barceló cola, Martini con limón, Larios con limón, vodka con naranja, mojito, Bacardí con naranja, whisky con Red Bull (nosotras somos así)... ¡y el tío se acordaba!. O las veces que has coreado Feo, fuerte y formal o A quién le importa.
Hoy se queda corto el folio para decir todo lo que me gustaría de la maravillosa hostelería de la Región. Por supuesto no me olvido de los camareros, ¡mis camareros!, porque algunos son de la familia. Como se sabe las empresas las hacen las personas.
No sabéis lo que siento que tengáis que volver a ser victimas de la situación otra vez más, aunque no seáis los responsables. A ver si nos damos cuenta de que todos y cada uno de nosotros somos parte de la solución y si tanto queremos a nuestros bares y restaurantes debemos ser responsables para que vuelvan pronto a nuestra vida.
Salvemos la hostelería.
Gracias por su lectura.