MURCIA (Efe). La Asociación Española de Pediatría (AEP) propone, de cara a la incorporación a las aulas de los niños menores de 6 años, la creación de "burbujas socializantes", es decir, grupos fijos de compañeros de un número reducido de niños y con un mismo profesor, minimizando el contacto con otros grupos.
Asimismo, propone un compromiso o acuerdo firmado por los padres de que vigilarán al niño y no irá a la escuela si tiene más de 37,5º C de fiebre, tos, diarrea u otros síntomas que sugieran enfermedad o que han estado en contacto con algún enfermo.
Así se recoge en un documento de la AEP en el que actualiza sus recomendaciones para la reapertura de centros educativos de edad infantil (menos de 6 años) con medidas específicas para la vuelta a las aulas de los más pequeños.
La AEP considera que las propuestas emitidas anteriormente se mantienen válidas, aunque algunas de ellas como, por ejemplo, el uso de mascarillas, o la distancia física, sean de difícil cumplimiento o estén contraindicadas (mascarillas contraindicadas en menores de dos años y no obligatorias en menores de 6 años).
Las "burbujas" deben ser lo suficientemente pequeñas para tener unas normas de comportamiento y para que se diferencien de la clase (aula) normal y, además, servirán para facilitar el aislamiento y posterior trazabilidad de la infección en caso de aparición de algún caso de coronavirus.
Para el personal que trabaja en la escuela debe seguirse también un protocolo de vigilancia de temperatura y síntomas y plantean habilitar una zona de "aislamiento" por si la aparición de la fiebre ocurre una vez los niños o los profesores ya están en la escuela.
Además, los pediatras recomiendan la actualización del calendario vacunal antes de la reincorporación a las aulas.
La AEP propone también maximizar el tiempo en el exterior, al aire libre, dado que la transmisión del virus es claramente más frecuente en ambientes interiores o cerrados.
Recomienda, por tanto, que aquellos centros que dispongan de espacios al aire libre trasladen una parte o la totalidad de actividades docentes al exterior.
En cuanto a la comida, lo ideal sería que cada grupo pudiera comer en la propia aula y si se utilizan los comedores, hay que ser muy rigurosos en cuanto a la higiene, uso individual de utensilios y mantener la distancia de seguridad (puesto que no se puede usar mascarilla comiendo).
La alimentación debe ser sana, adecuada a la edad y con nutrientes de alto valor biológico y en los centros en los que haya jornada continua aconseja que, en la medida de lo posible, los niños coman en sus domicilios.
El documento señala que no se deben llevar cosas desde casa a no ser imprescindibles, incluidos juguetes.
En cualquier caso, cada niño llevará al centro, en una bolsa individual, su propio material (chupete, plato, vaso, babero, ropa de recambio y calzado de uso exclusivo para la actividad en la escuela), que deberá llevarse de nuevo a casa cada día y devuelta debidamente limpia.
Dadas las dificultades que este grupo de edad plantea, la AEP sigue recomendado que el grupo de menores de dos años realice una incorporación escalonada y que se procure organizarlos desde "los grupos de mayor a menor edad".