MURCIA. 'Tomás Fuertes fusiona dos de sus cuatro sicavs, que al cierre de junio rozaban los 33 millones'. Así titulaba este diario el pasado martes en lo que es una tónica general de lo que está sucediendo con las sociedades de inversión de capital variable. En lo que va de ejercicio -y hasta el jueves 16 de septiembre- han pasado a mejor vida 97 sicavs, tal y como lo ha constatado Murcia Plaza de las bases de datos públicas de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco) y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Cierres directos, integraciones en otras sicavs -o en fondos de inversión- o transformaciones en otro tipo de sociedades están a la orden del día, lo que ha mermado considerablemente el número de estos vehículos financieros hasta los 2.337. O lo que es la mismo: la cifra más baja desde abril de 2002. Y el porqué no es otro que cada vez se acerca más la fecha del 1 de enero de 2022, cuando entrarán en vigor los nuevos requisitos recogidos en la Ley 11/2021 de 9 de julio. A saber: una inversión mínima de 2.500 euros -o 12.500 euros en el caso de una sicav por compartimentos- para contabilizarlas dentro del mínimo de cien participantes necesario para tributar al 1% en el Impuesto sobre Sociedades.
En cuanto aquellas sociedades que se disuelvan como consecuencia de esta regulación, se plantea un régimen transitorio de seis meses exento de impuestos -incluida la llamada 'Tasa Tobin'-, eso sí condicionado a la reinversión en otros instrumentos. Por otro lado, el número mínimo de accionistas tiene que permanecer en como mínimo las tres cuartas partes del periodo impositivo. Todo ello estará vigilado por la Agencia Tributaria y no la CNMV, que hasta ahora venía siendo el organismo encargado de ello.
El presidente de Inverco, Ángel Martínez-Aldama, señalaba en junio pasado que tales requisitos son "inéditos" en el ámbito comunitario. Lo hacía en la celebración de la Asamblea General de la patronal, donde cuestionó la puesta en marcha "mucho antes" las leyes "con efecto negativo" que las que tienen un efecto positivo. En este sentido puso como ejemplo el Impuesto a las Transacciones Financieras -conocido como 'Tasa Tobin'-, que para él "no es una tasa, sino un impuesto", así como la citada reforma de las sicavs, si bien de esta última añadió que, al menos, se ha establecido un régimen transitorio de salida para evitar la retroactividad fiscal".
Lo cierto es que a lo largo de los ocho primeros meses del año, según datos de Inverco recogidos de la tabla adjunta, el número de estas sociedades enfocadas a los grandes patrimonios se había reducido un 3,57%, es decir, 87 menos; mientras en los 16 primeros días del mes en curso han bajado la persiana otras diez, tal y como ha constatado Valencia Plaza de la web del organismo supervisor. Asimismo el número de accionistas -'mariachis' incluidos- también se ha visto afectado -y más que se verá a medida que se acerque el próximo 1 de enero-, dado que mermó un 6,15% o 23.542 en términos absolutos para descender hasta los 359.103.
Por el contrario, y por el 'efecto mercado', el patrimonio hasta agosto pasado creció un 5,88%, concretamente en 1,62 millones de euros hasta alcanzar los 29.222 millones de euros. Conviene recordar el buen momento que atraviesan los mercados financieros -muy especialmente los de renta variable estadounidenses-, cuyos activos nutren no pocas carteras de estas instituciones de inversión colectiva.
Mientras tanto se mantiene el dominio absoluto del Banco Santander, tal y como viene siendo habitual en los últimos años. Así, el 'banco rojo' copaba el 17,1% del patrimonio conjunto, con 4.975 millones de euros. BBVA y Bankinter le seguían con 2.953 y 2.856 millones respectivamente. En cuanto al número de sicavs, la entidad presidida por Ana Botín copaba el 17,5% con 411 superando a Bankinter (356) y BBVA (266).
Por último, y en lo que a accionistas se refiere, Banco Santander monopolizaba el 17,5%, con 101.994, poniendo cada vez más distancia con sus dos inmediatos perseguidores como eran también Bankinter (42.546) y BBVA (35.439). Todo ello en un momento complejo para unas sociedades de inversión de capital variable que tributan igual que los fondos de inversión.