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opinión

Las mujeres suelen obtener mejores resultados a la hora de invertir

El último en ponerlo de manifiesto ha sido Fidelity Investments en su estudio '2021 Women and Investing', según explica el experto

4/03/2022 - 

VALENCIA. Cuando hablamos de grandes inversores, a todos nos vienen a la cabeza nombres como Benjamin Graham, Peter Lynch o Warren Buffet, entre otros. Esto podría inducir a pensar que los hombres son mejores inversores que las mujeres. Nada más lejos de la realidad. Muchos estudios muestran que las mujeres obtienen de media mejores resultados que los hombres.

El último en ponerlo de manifiesto ha sido Fidelity Investments en su estudio '2021 Women and Investing'. La firma ha realizado un análisis sobre más de 5 millones de clientes en los últimos 10 años y ha demostrado que, de media, la rentabilidad que obtuvieron las mujeres superó a la de los hombres en un 0,4% anual. Uno puede tener la tentación de pensar que un 0,4% no es una diferencia a considerar, pero, lo cierto es que, en periodos de tiempo largos marcará diferencias notables, por el efecto de la capitalización compuesta. No obstante, esto viene de lejos. En 2001, los profesores Brad M. Barber y Terrance Odean, de la universidad de California, en su artículo “'Boys will be boys: Gender, overconfidence and common stock investment', ya extrajeron conclusiones similares.

Invertir implica tomar decisiones. En ese campo, las emociones e incluso las hormonas toman protagonismo. Así pues, las mujeres tienden a ser más pacientes que los hombres, aspecto que les otorga cierta ventaja. Mientras que los hombres modifican la composición de la cartera de manera más frecuente, las mujeres no realizan tantas operaciones. Está demostrado académicamente que, un exceso de operaciones repercute negativamente en los resultados obtenidos debido a los mayores costes asumidos. A mayor número de operaciones, más probabilidad de error.

Otro aspecto a recalcar cuando uno se dispone a invertir es la gestión de riesgos. En líneas generales, los hombres se muestran más confiados a la hora de realizar inversiones que las mujeres, que son más cautas. Ese exceso de confianza se traduce, habitualmente, en no priorizar la gestión de riesgos. Adicionalmente, ellas establecen objetivos más claros, invirtiendo en base a los mismos. Es decir, van mucho más allá de la mera rentabilidad en el corto plazo. Quizá, porque no buscan demostrar su buen hacer, ni recibir el reconocimiento del entorno.

En línea con lo anterior, las mujeres son más propensas a apoyarse en profesionales que les puedan ayudar en el proceso inversor para lograr sus objetivos. En cambio, los hombres se consideran más autosuficientes, independientemente de sus conocimientos y capacidades.

Sugerencias para una mejor toma de decisiones

Todo lo anterior explica, en gran medida, el motivo por el que las mujeres obtienen de media mejores resultados. No se trata de aspectos puramente técnicos, sino de factores asociados al comportamiento humano. El hecho de conocerlo debería invitar a realizar una reflexión sobre el proceso de toma de decisiones. A continuación, detallamos algunas sugerencias que pueden favorecer una mejor toma de decisiones:

  • Invertir a largo plazo y en base a una política de inversión que recoja los objetivos y necesidades que se pretenden satisfacer. Así se evitan los impulsos de corto plazo, la influencia de factores externos y los sesgos que todos padecemos en mayor o menor medida.
  • Ser honestos y, si no se dispone de las capacidades ni el tiempo suficientes para la gestión de las inversiones, buscar asistencia, como lo haríamos con los asuntos médicos o fiscales.
  • No dejarse llevar por el corto plazo, las modas o tendencias vigentes en cada momento. Eso sólo se traduce en ir decorando la cartera sin estrategia alguna.
  • No operar sin criterio tratando de especular. La especulación es lo contrario a la inversión.  Cada vez que se rota la cartera, el inversor deberá hacer frente a costes, efectos fiscales y perdida de días de estar invertido asumiendo riesgos adicionales y perjudicando la magia del interés compuesto. Por otro lado, es indudable que, a mayor número de decisiones, mayor posibilidad de errores en las mismas.

El ánimo de estas reflexiones no es promulgar una competición de género o incurrir en estereotipos, que no ayudan per se a ser mejores inversores. El principal objetivo es poner de manifiesto aquellos sesgos o comportamientos que alejan al inversor de cumplir sus metas, con la finalidad no solo de conocerlos, sino de actuar en consecuencia.

Borja Durán es fundador y CEO de Wealth Solutions

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