opinión

Las actas de la Reserva Federal y del BCE mantienen el tono agresivo

Los miembros de ambos bancos centrales han ofrecido mucha más información en sus comentarios recientes individuales, que lo que dicen los documentos

11/07/2022 - 

MADRID. La semana pasada ambos documentos de los bancos centrales de Estados Unidos (FED) y de la Eurozona (BCE) dejaron patente -y por escrito- lo que han de esperar los inversores este mes de julio. Por un lado, el comunicado de la FED mostró que los formuladores de políticas esperan un aumento de 50 o 75 puntos básicos probablemente. La Reserva Federal norteamericana sigue apuntando a que la alta inflación es una gran amenaza -un fuerte aumento de los tipos sigue siendo la medida más eficaz-, sus miembros admiten que la política actual puede desacelerar el crecimiento durante algún tiempo y que es posible que perdure en el futuro próximo.

Los banqueros de la FED no han notado señales claras de que la situación de la cadena de suministro haya mejorado -una de las principales causas de la inflación-, por lo que la política puede ser más restrictiva si no hay cambios al respecto. En general, el documento de la Reserva Federal fue bastante agresivo como ocurrió con la propia decisión. Basándonos únicamente en las actas es posible que desee detectar signos de inflación decreciente antes de cambiar su enfoque. Por supuesto, tenemos un gran riesgo de recesión, pero la inflación no se está desacelerando en este momento (solo una ligera retracción de la subyacente).

La autoridad monetaria presidida por Jerome Powell tiene un gran problema en este momento, puesto que se enfrenta al riesgo de una recesión y hay signos de deterioro en el mercado laboral. Por supuesto, el deterioro en sí no tiene que ser detenido por la FED, ya que el banco central esperaba que la tasa de desempleo aumentara en respuesta al endurecimiento de las condiciones monetarias. Y como han dejado claro, nos quedará la duda de si subirá los tipos 50 o 75 puntos básicos.

Christine Lagarde, presidenta del BCE
Por otro lado, más expectantes estaban los inversores europeos a las actas previas de lo que se descuenta como el primer repunte de tipos del BCE en años. Sin embargo, dejaron insulsos a los inversores que apenas reaccionaron a la publicación. Según la autoridad monetaria europea, si la política se normaliza con demasiada lentitud, la demanda puede seguir creciendo aunque de todos modos, la política se normaliza con demasiada lentitud. 

Su presidenta, Christine Lagarde, descarta la estanflación mientras las expectativas de inflación a largo plazo permanecen firmemente ancladas. El crecimiento y el mercado laboral van bien -incluso ante tales perturbaciones del mercado-, pero en este caso está hablando del presente y no del futuro. Veremos los efectos reales en la economía, tanto de las políticas monetarias como de las sanciones y límites al petróleo y gas ruso del cual varios países se encuentran en alto riesgo de desabastecimiento.

Los tipos en la Eurozona son negativos

Por otro lado, varios miembros del BCE expresaron una preferencia inicial por mantener la puerta abierta para un aumento mayor en la próxima reunión de este mes. Sin embargo, una primera subida demasiado grande podría provocar una reacción excesiva del mercado. En este sentido recordemos que en la Eurozona son negativos; mientras otros bancos centrales han decidido encarecer el precio oficial del dinero hace mucho tiempo, lo más probable es que una subida de 50 puntos básicos no sea un gran problema... salvo sorpresa.

En general, nada interesante que tenga algún impacto en el mercado. Los miembros tanto del BCE como de la FED han ofrecido mucha más información en sus comentarios recientes individuales, que de lo que se ha podido extraer de los documentos. Lo que está claro es que el BCE está pasando por un momento muy difícil, ya que Europa está al borde de un colapso energético en el que los tipos de interés más altos ciertamente no ayudarán. Pero eso ya lo habíamos avisado.

Darío García es analista de XTB

Noticias relacionadas

next