MURCIA. Con el fin del confinamiento que mantuvo a los murcianos encerrados en sus casas durante más de dos meses, los ciudadanos pudieron recuperar sus antiguas costumbres. Entre las actividades perdidas, ir a comprar era una de las que más echaban de menos, ya sea por necesidad o por placer, así que las tiendas pudieron gozar de una cómoda reapertura.
En concreto, las personas tenían una gran necesidad de hacer compras relacionadas con la moda, por lo que las tiendas del sector obtuvieron buenos resultados en el mes de junio.
No obstante, estos resultados son muy relativos, porque la vara de medir difiere según la situación y lo que fueron unos números más que decentes tras el estado de alarma habrían sido unos resultados muy flojos si no hubiera influido la pandemia.
En específico, el comercio al por menor en junio aumentó un 25,3% en España desde mayo, pero descendió un 5% desde el mismo mes del año anterior. Estos números indican una caída moderada del sector, lo que son unas grandes noticias para estas empresas en un contexto en el que mantener la actividad económica ya es un logro.
Al fin y al cabo, a las medidas de seguridad y a las restricciones sanitarias hay que sumarle el impacto que ha tenido la crisis en la economía de los consumidores, que se han visto afectados por los despidos y los ERTE, por lo que ha disminuido la liquidez disponible y, con ella, el consumo.
En consecuencia, los productos más caros y los más prescindibles han sido los primeros en ser sacrificados, como los complementos y las prendas de ropa de alta costura, que se han visto afectados por la falta de celebraciones.
Estos datos se mantienen durante el mes de julio, pues se produjo un aumento del 1,1% en la actividad desde junio y un descenso del 3,9% interanual, lo que hace pensar en una recuperación total de cara a septiembre con el inicio de la campaña de otoño.
En este sentido, las tiendas de ropa aseguran sentirse preparadas para afrontar este reto y confían en que las promociones les ayuden a seguir adelante con paso firme.
Los lugares predilectos para este tipo de comercios, los centros comerciales, también se han visto afectados por la crisis sanitaria, con una bajada de entre un 20 y un 25 por ciento en la afluencia de personas, así como la necesidad de instaurar las medidas de higiene oportunas para garantizar la seguridad de sus clientes.
Por otro lado, la restauración y las tiendas dedicadas al ocio, como las boleras o los cines, son los establecimientos que más perjudicados se han visto durante los últimos meses.