MADRID. Las sustancias químicas del plástico presentes en numerosos productos del consumo pueden contribuir al aumento de peso y la obesidad, segú un nuevo estudio publicado en la revista 'Environmental Science & Technology'.
Las personas entran en contacto todos los días con productos de plástico, gran parte del plástico de los envases de los alimentos. Pero, según recuerdan los investigadores, el plástico contiene miles de sustancias químicas diferentes y algunas de ellas pueden afectar al metabolismo y, por tanto, puede que también al peso.
"Nuestros experimentos muestran que los productos de plástico habituales contienen una mezcla de sustancias que pueden ser un factor relevante e infravalorado detrás del sobrepeso y la obesidad", afirma Martin Wagner, profesor asociado del Departamento de Biología de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU).
El grupo de investigación, en colaboración de la Universidad Goethe de Fráncfort del Meno (Alemania), examinó en el laboratorio 34 productos de plástico diferentes para ver qué sustancias químicas contenían. Se trataba de productos cotidianos que mucha gente utiliza, como envases de yogur, botellas de bebidas y esponjas de cocina.
Encontraron más de 55.000 componentes químicos diferentes en estos productos e identificaron 629 de las sustancias. Once de ellas son conocidas por interferir en nuestro metabolismo, denominadas sustancias químicas perturbadoras del metabolismo.
Durante mucho tiempo, los expertos creían que la mayoría de las sustancias químicas del plástico se quedaban en el material. Sin embargo, el equipo de Wagner ha demostrado recientemente que los productos de plástico filtran un gran número de sustancias químicas en condiciones reales, lo que les permite entrar en el organismo.
Investigaciones anteriores también sugieren que algunos plásticos contienen sustancias químicas que alteran el sistema endocrino y pueden afectar a nuestro desarrollo y fertilidad. Ahora parece que también pueden contribuir al aumento de peso.
Las sustancias químicas de un tercio de los productos de plástico investigados en el nuevo estudio contribuyeron al desarrollo de las células grasas en experimentos de laboratorio. Las sustancias de estos productos reprogramaban las células precursoras para que se convirtieran en células grasas que proliferaban más y acumulaban más grasa.
Mientras que algunos productos plásticos contenían sustancias conocidas que alteran el metabolismo, otros no lo hacían pero, sin embargo, inducían el desarrollo de células grasas. Esto significa que los plásticos contienen sustancias químicas actualmente no identificadas que interfieren en la forma en que nuestro cuerpo almacena la grasa.
"Es muy probable que no sean los sospechosos habituales, como el bisfenol A, los causantes de estas alteraciones metabólicas. Esto significa que otras sustancias químicas del plástico, además de las que ya conocemos, podrían estar contribuyendo al sobrepeso y la obesidad", afirma Johannes Völker, primer autor del estudio, afiliado al Departamento de Biología de la NTNU.
El sobrepeso y la obesidad contribuyen a algunas de las causas más comunes de muerte en el mundo, como las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. También pueden aumentar nuestra susceptibilidad a diversas infecciones, como los efectos del COVID-19.
Alrededor de 2.000 millones de personas en el mundo tienen sobrepeso, y el problema va en aumento. Aproximadamente 650 millones de ellas entran en la categoría de obesos, recuerdan.
Las razones de esto son, por supuesto, complejas, pero las sustancias químicas del plástico pueden ser un factor que no hemos considerado anteriormente. Entre estas sustancias químicas se encuentran los ftalatos y los bisfenoles, pero el nuevo estudio demuestra que hay muchas más sustancias que desencadenan estos efectos problemáticos.