MURCIA. Antonio Vilaplana Vivancos, abogado y consultor financiero-estratégico (MBA-PDD IESE Business School), responsable del área de Corporate & Reestructuring de GALSAN Consultores, ha sido el ponente principal de la jornada titulada “Claves para afrontar una reestructuración empresarial viable”, que esta consultora ha organizado junto a Ibidem Abogados, la Confederación Regional de Organizaciones Empresariales (CROEM) y el Info de la Región de Murcia.
Pregunta: ¿Las empresas son conscientes de que precisan someterse a un proceso de reestructuración?
Respuesta: Las empresas que sufren falta de liquidez y problemas estructurales casi siempre llegan tarde a adoptar las medidas que les permita salir de ese estado irregular. En estos escenarios adquiere gran relevancia la negativa habitual del empresario a tomar las medidas necesarias que podrían empañar su imagen, manteniendo inercias dañinas, aún a costa de arriesgar su patrimonio empresarial e incluso el personal, a través de contabilidad creativa, descapitalización, etc…
P: ¿Qué incidencia está teniendo en las empresas este largo periodo de crisis que comenzó con la pandemia y que se alarga con el conflicto de Ucrania?
R: Vivimos unos años de constante incertidumbre y cambios en los mercados, que inciden en la actividad y en el posicionamiento de las empresas y sus productos, para adaptase al mundo digital y a los nuevos modelos de mercado. En este escenario tan volátil, la reestructuración de las compañías es fundamental, para dotar a la empresa de flexibilidad, capacidad para adaptarse a los cambios, así como solvencia y liquidez.
En un marco tan complicado hay que anticiparse y ajustar costes y mejorar la eficiencia de los recursos. Para conseguirlo es fundamental realizar una correcta planificación estratégica que marque los objetivos del proceso reestructurador para conseguir una estructura óptima.
Estos objetivos solo se pueden conseguir con un asesoramiento profesional, con un equipo que tenga experiencia en reestructuración empresarial.
P: ¿Cuáles son los primeros pasos que es preciso dar?
Si se llega a una situación de dificultades económicas, es muy importante generar escenarios realistas para convenir con los principales acreedores (sobre todo entidades financieras) un acuerdo que permita refinanciar la deuda de la empresa, con el objetivo de mantener la actividad y los puestos de trabajo.
El principal objetivo es no llegar al concurso de acreedores, que, como se venía haciendo hasta ahora, supone entrar, en la mayoría de las ocasiones, en una fase de liquidación que o bien acaba con la empresa o con la venta de la unidad productiva a terceros fuera del círculo de la propiedad. Estas situaciones generan oportunidades muy llamativas para los conocidos fondos de inversión que se limitan a “buscar gangas” en los procesos concursales para luego “revender” las empresas, con un objetivo meramente especulativo, sin ninguna preocupación por los intereses de los trabajadores ni de las necesidades socio-económicas de la zona en la que se encuentra ubicada.
P: ¿Qué premisas son relevantes al afrontar un proceso de reestructuración?
R: Los empresarios siempre deben tener en cuenta todas las posibilidades de mejora que ofrece una adecuada reestructuración empresarial. En el escenario actual marcado por la pandemia, el incremento de la deuda, la invasión de Ucrania, la falta de suministros, el encarecimiento de las materias primas y de la energía y una inflación desbocada, prestar atención a los indicadores de la empresa es imprescindible.
En situaciones de crisis intensa como la actual el empresario tiene que adelantase en la toma de decisiones para asegurar la viabilidad de su compañía. En cuanto el empresario detecte que las ratios de la empresa se han deteriorado debe comenzar a tomar medidas. Las situaciones negativas se tienen que aprovechar para transformarlas en positiva y rejuvenecer el negocio, adaptándolo al entorno del momento.
Ser competitivo es sinónimo de adaptarse, la reestructuración empresarial te permite optimizar todos los procesos, convertir aspectos negativos en positivos, y todo ello con una línea estratégica basada en aspectos financieros.
La coyuntura exige tomar decisiones tempranas para la reorganización financiera de las mercantiles. Hay que anticiparse a las contingencias para mantener la viabilidad del tejido productivo y los puestos de trabajo. Una situación de crisis puede ser una oportunidad para realizar cambios y optimizar el negocio si se realiza de forma preventiva y profesional.
P: ¿Tienen previstas muchas reestructuraciones en las próximas fechas?
R: Auguramos una oleada de reestructuraciones para la segunda mitad del año, ante el fin de la carencia en los préstamos ICO, la supresión de la moratoria concursal y la situación macroeconómica (los costes de la energía y materias primas, etc…). Por tanto, es fundamental estar atentos a aspectos como la disminución de márgenes, la disminución de ventas, la falta de liquidez, a la aparición de nuevos competidores, etc…
Además, tenemos que tener en cuenta que, las crisis tienen causas internas (los datos económicos de la empresa, la competencia, la tecnología y la legalidad), pero también pueden ser internos por la falta de gestión y de organización.
P: ¿Qué requisitos está planteando la banca para participar en los procesos de reestructuración?
R: Sin duda la Banca tiene una gran importancia en el desarrollo del tejido productivo, especialmente en España al ser un país bastante bancarizado y que la mayoría de la deuda se canaliza por esta vía.
La Banca tiene grandes profesionales y sus especialistas coinciden en que para llevar a cabo refinanciaciones financieras es imprescindible un análisis previo denominado Revisión del Plan de Negocio de Forma Independiente (IBR), certificado por profesionales de reconocido prestigio. Se trata de una garantía indispensable para conseguir una operación de reestructuración financiera, ya que sustancialmente se revisa las proyecciones financieras con sus distintas hipótesis, riesgos y factores mitigantes y la situación de la deuda, todo lo cual genera información básica para adoptar las decisiones adecuadas.
Es importante destacar que el término de reconocido prestigio no es una cuestión menor, ya que en definitiva la banca necesita expertos que revisen de forma independiente el plan de negocio con una alta cualificación técnica y una experiencia contrastada en procesos previos, lo cual les genera la confianza necesaria en el proceso.
P: ¿Cuánta importancia tiene un asesoramiento profesional?
R: Lo ideal ante esta situación es que la empresa se ponga en manos de profesionales con capacitación técnica y experiencia dilatada, pues son procesos complejos que necesitan gran especialización. Por tanto, la figura de un experto reestructurador y un buen asesoramiento es fundamental, puesto que también facilita las negociaciones con la banca y agiliza los procesos judiciales, con el objetivo de evitar la desaparición de la compañía.
Con cierta frecuencia, el empresario no le da la suficiente importancia a un asesoramiento de calidad, viéndolo como un coste y no como una inversión con un importante retorno, considerando que ya están suficientemente asesorados con las asesorías tradicionales de gestiones administrativas. El asesoramiento especializado genera grandes beneficios a la empresa y a los stakeholders (propiedad, trabajadores, clientes, proveedores, financiadores, etc…). En definitiva, si tenemos un problema grave de salud no deberíamos ir a la farmacia o un médico de cabera, sino a un Hospital importante y con especialistas de primer orden.
Además, el nuevo Proyecto de Ley de Reforma Ley Concursal aprobado el 21/12/2021, que se encuentra en tramitación parlamentaria, uno de sus objetivos fundamentales es garantizar el mantenimiento de empresas viables con procedimientos efectivos de reestructuración, tal como exige la Directiva Europea de reestructuración e insolvencia y el Proyecto Early Warning Europe.
Por tanto, por las situaciones macroeconómicas, por las próximas reformas legales y por la necesidad de mantenimiento del tejido productivo y disminución del desempleo, deviene fundamental un asesoramiento profesional de calidad en el ámbito de la reestructuración.