CARTAGENA. La ciudad ha celebrado desde el pasado viernes hasta este domingo las Cruces de Mayo, con miles de personas en la calle disfrutando de una fiesta que se había suspendido años anteriores por cuestiones sanitarias. Además, habían quedado en entredicho en época prepandémica por las restricciones que impuso el Ayuntamiento, lo que levantó la ira del público y los hosteleros.
Este año han vuelto con más fuerza que nunca, aunque este ímpetu no ha sido controlado, a tenor de las quejas de vecinos, policías y partidos políticos de la oposición. Por contra, la alcaldesa de Cartagena las calificaba como una "auténtico éxito".
La Asociación Sin Ruido en Cartagena explica en un escrito que el ayuntamiento de Cartagena no ha puesto los medios para que se cumpla la Ley y hacerla cumplir, "aunque mediáticamente lo han pregonado insistentemente durante una semana. Los vecinos del Casco Histórico, una vez más, con el consentimiento del Ayuntamiento han sido sometidos al trato denigrante que supone estar sometidos a la tortura de ruidos y vibraciones que les impedía a hacer cualquier actividad o descansar".
Critican, por otro lado, que los altavoces de las cruces han estado pegados o a pocos metros de las fachadas de las viviendas y ponen su punto de mira a la barra que instaló Hostecar en la calle Palas "con una excusa filantrópica y que no cumplía las condiciones de la licitación, ahí no había ninguna terraza, tenía su propia megafonía sin control ninguno y ha sometido a los vecinos a la tortura que supone soportar la música a todo volumen".
Además, denuncian que barras que ocupaban más espacio que las terrazas, tapaban las entradas a los bares e impedían el acceso a los aseos, lo cual ha dado como resultado que calles como Escorial, Dr. Tapia, San Antonio El Pobre, Plaza San Francisco, Callejón de Estereros, Callejón de la Parra, espaldas del Gran Hotel, etc. se convirtieran en urinarios. "El olor a orín y vómitos era generalizado en todo el Casco Histórico. Lo podrán acreditar los servicios de limpieza, y todos los vecinos que no podían abrir sus ventanas para airear sus casas".
Por su parte, desde el sindicato SPL-UGT Región de Murcia, denunciaban en redes sociales que la Policía Local estuvo desbordada por la falta de medios y efectivos y criticó el "descontrol" de la concejalía de Vía Pública en ese aspecto. "Tras esto, desilusión de los que trabajan por evitarlo, sin valorar 20 años".
La @PoliciaLocalCT desbordada en #CrucesdeMayo imposible trabajar más @NoeliaArroyoHer es la imagen del descontrol @JPedroTorralba tras esto, desilusión de los que trabajan por evitarlo, sin valorar 20 años. @EsperanzaNiet11 @psoe_ct @MCdeCartagena @Podemos_CT @vox_cartagena pic.twitter.com/S5IxgZMJ3e
— SPL-UGT REGION DE MURCIA (@SplUgtRM) May 8, 2022
MC Cartagena, por su parte, criticó el "rechazo de entidades y asociaciones (cofradías y hermandades), carencia de higiene y seguridad y una desorganización propia de quienes muestran un continuo desprecio al trabajo, proporcional a la frivolidad que fotografía, día a día, a un Ejecutivo que desmerece la dignidad e historia de nuestra Cartagena".
El portavoz adjunto cartagenerista, Jesús Giménez, añadía que "las calles del centro han sido un hervidero de gente que ha desbordado el exiguo dispositivo planteado por Arroyo", ha lamentado el edil de MC. Acto seguido, Giménez ha señalado "la improvisación" como el gran ‘pero’ de esta festividad, "a pesar de que desde 2018 hemos ofrecido soluciones a los problemas conocidos e incluso lo advertimos en marzo provocando la ira de la alcaldesa del PP".
"Antes de comenzar se quedaron fuera las Cofradías y Hermandades que son la esencia de la celebración y en el desarrollo faltaron medidas de higiene y seguridad", ha recordado el también presidente de MC.
Batería de propuestas para ediciones futuras
Jesús Giménez ha añadido, al tiempo, que si bien "estamos satisfechos con la vuelta de las Cruces de Mayo también exigimos rigor y organización, algo que no ha habido".
Por su parte, la alcaldesa contestaba que las fiestas han sido "una auténtico éxito", con "miles de personas", que vinieron a disfrutarlo. "Queremos consolidarla como un gran atractivo turístico, que genera empleo y riqueza", apostillaba Arroyo.
Respecto a las quejas, explicaba que escucharán y analizarán las críticas para evolucionar y tratar de que "haya más participación, por lo que tendemos la mano a todos los colectivos que así lo quieran". Además, propone "ampliar las zonas de fiesta para que no haya masificación en otros puntos del casco histórico".
En cuanto a las incidencias, las Cruces de Mayo se saldan con 7 denuncias a locales por incumplir la ordenanza del ruido y 7 denuncias a particulares por "actividad incívica" (orinar en la calle).