Las obras en el Castillo de Nogalte permiten recuperar restos de una cocina y de varias habitaciones

MURCIA. Las obras que se están llevando a cabo en el Castillo de Nogalte de Puerto Lumbreras, principalmente para restaurar y reforzar las estructuras de los muros, han sacado a luz interesantes descubrimientos arqueológicos, como son parte del trazado de la muralla perimetral y restos de espacios habitacionales, tal y como han comprobado este miércoles en una visita el director general de Bienes Culturales, Rafael Gómez, y la alcaldesa de Puerto Lumbreras, María Ángeles Túnez. 

Esta actuación, que cuenta con un presupuesto de 55.000 euros financiados por la Consejería de Cultura y que está acometiendo la empresa lumbrerense Patrimonio Inteligente, se está llevando a cabo en diversos puntos de la fortificación, principalmente en las murallas, que son prácticamente el total de los elementos originales visibles en la actualidad. 

En esta primera fase, los trabajos se centran en la excavación arqueológica en el área donde se han efectuado en los últimos años distintas campañas de excavación arqueológica, en el recinto inferior, con el fin de documentar y recuperar el paño de muralla que no había sido hallado en las obras de rehabilitación del castillo. Esto ha permitido sacar a la luz parte del trazado de la muralla perimetral de cierre de la parte sur fechada en el siglo XII, lo supone ampliar el conocimiento acerca del trazado original de la fortificación. 

Además, las excavaciones han permitido recuperar restos de espacios habitacionales datados en los siglos XIII-XIV (fase cristiana) como una cocina y varios recintos multifuncionales como dormitorio, almacén y silo, y utensilios diversos, correspondientes a la última fase de la ocupación de la fortificación hasta su abandono.

Se estima que la edificación del Castillo de Nogalte data de mediados de siglo XII, en la época de dominio almohade, y fue utilizado hasta el siglo XIV, si bien se considera la existencia de una población residual en el interior de la fortificación hasta finales del siglo XV. Pese a su origen andalusí, no se han excavado niveles arqueológicos que se puedan adscribir a este periodo.