MADRID (EFE). El presidente de la Federación Nacional de Cofradías Pesqueras (FNCP), Basilio Otero, lamenta que la flota española está en riesgo de extinción por el problema de relevo generacional y la escasez de personal, pues en los puertos hay "amarres de barcos por falta de patrón".
El responsable de la FNCP repasa en una entrevista telefónica con Efe los retos de la flota, que esta semana ha parado en Galicia, convocada por las cofradías, contra las nuevas obligaciones de control de la Unión Europea (UE), en un momento en que los pescadores recuperan poco a poco los ingresos perdidos en la pandemia.
Sobre los paros de la flota, espera que las protestas se extiendan en todo el litoral español para conseguir frenar una normativa que obligará a los barcos y al marisqueo a estar geolocalizados. Otero, que ha visitado esta semana puertos mediterráneos de Andalucía y de la Comunidad Valenciana, asegura que la "normalidad" tras un año de covid-19 está volviendo "antes de lo previsto" por las ventas de pescado y los precios.
Confía en que los pescadores recobren sus ingresos con la desescalada de las restricciones y la llegada de turistas en verano. Valora también que las autonomías y el Instituto Social de la Marina avancen en la vacunación de la flota y que en Galicia, Cantabria o el País Vasco estén inmunizando ya a los trabajadores del mar.
Otero destaca entre las metas de las cofradías la digitalización y "visibilizar que existen segmentos de flota donde los trabajadores reciben buenos sueldos". Admite que el sector ha sido "demasiado hermético" y debe darse a conocer a la sociedad, porque en flotas como las de altura o gran altura hay empleos bien remunerados y, si bien pasan tiempo lejos, el contacto social ha evolucionado y las tecnologías permiten a los marinos "hablar por WhatsApp y por redes sociales con sus familias".
Otra solución, en cuanto a la formación, es aumentar las facilidades para los títulos y, en este sentido, celebra la iniciativa de Asturias, donde es posible obtener una titulación superior "por experiencia". Por otra parte, pide que los recursos destinados en la formación para la pesca profesional sean para quien después se quede en el sector, porque actualmente muchos estudiantes náuticos optan por otras actividades como marina mercante, salvamento o pesca recreativa.
Otero recalca que el volumen de capturas sigue siendo la preocupación básica de la flota, como se ha puesto de manifiesto por el plan que recorta los días de faena para los navíos que faenan en el Mediterráneo. Espera, en relación a los paros convocados, que sus reivindicaciones se plasmen en la revisión de la normativa comunitaria sobre control pesquero, que ahora negocia la UE.
Dentro de la propuesta comunitaria, las cofradías están "molestas" por la imposición de la geolocalización a la flota que opera a escasas millas de la costa y que ven innecesaria, y las obligaciones nuevas de transmisión de datos electrónicos, que afectarán también a buques pequeños o a la faena de mariscadoras.
En relación a la reforma de la Ley de Pesca que ultima el Gobierno, Otero expresa "decepción" porque el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación no ha contado con las "entidades representativas" sectoriales para prepararla. En ese punto, menciona el "temor tremendo" por el impacto de la reforma legislativa en la "seguridad jurídica" de las empresas pesqueras