MURCIA. "Era como si en Los Alcázares estuviéramos en una zona de guerra". Estas palabras, en referencia a la terrible DANA que asoló la Región y golpeó el municipio en 2019, pronunciadas por el jefe del servicio de Emergencias y Protección Civil de la localidad costera, Sergio Manuel Gil Garre, resumen lo que supuso una de las últimas catástrofes que ha sufrido la Región y se pronunciaron en la sección 'Cinco minutos de vivencias' en el acto de homenaje por los 40 años de Protección Civil celebrado este viernes en el Archivo General de Murcia.
Este foro, organizado por la Consejería de Transparencia, Seguridad y Emergencias en colaboración con Murcia Plaza, puso el foco en el pasado, presente y futuro de esta institución para, a modo de reconocimiento, poner en valor la labor continua de estos profesionales de la protección ciudadana.
El de Los Alcázares fue uno de los ejemplos, pero la Región ha sufrido muchos otros, que también estuvieron presentes, como los terremotos de Lorca del 11 de mayo de 2011, las inundaciones del Camping de Bolnuevo, los múltiples incendios forestales, como el de Moratalla, o las continuas inundaciones.
Gil Garre fue homenajeado por la Consejería de Transparencia y recibió un diploma por sus servicios, al igual que María Fernanda Arbáizar Barrios, jefa del Servicio de Protección Civil de la Dirección General de Seguridad; Jorge Mariano Pérez, teniente coronel del Ejército y jefe del III Batallón de la UME y Leonardo Marcos González, director general de Protección Civil y Emergencias de España.
Otro de los galardonados fue el jefe del Servicio de Emergencias de Lorca, Ricardo Villalba Hernández, quien estremeció a los asistentes al acto al recordar la dureza que vivió Lorca en los terremotos, uno de ellos de magnitud 5,1 en la escala de Richter, y que dejaron 9 fallecidos y 324 heridos, además de múltiples daños materiales. "Ese día, pese a todo, pudimos trabajar gracias a la luz de las farolas", explicaba, apelando a que la catástrofe no fue aún mayor por la idoneidad de las infraestructuras del municipio.
A modo de reflexión, Villalba resaltó que en las emergencias "hay que priorizar que los daños que se producen sean inferiores a los posibles que se pudieran producir" y quiso agradecer a toda la Región su ayuda en ese fatídico día de 2011.
También reconocido fue José de Moya Moreno, presidente de la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil de Cehegín, que fue llamado para hablar de 'Protección Civil en grandes emergencias: Incendios forestales', pero decidió saltarse el guión y poner la nota de emotividad en el encuentro. De Moya Moreno quiso en el tiempo que le dieron para relatar sus experiencias, utilizarlo para recordar a todos los que "han estado al pie del cañón" durante tantos años al servicio de Protección Civil.
Además, el presidente de la Agrupación de Cehegín añadía que "esto debe ser un homenaje a todos los voluntarios. Hemos sufrido una pandemia terrible, aplaudido a los sanitarios o nos hemos acercado a la puerta de la casa de los niños para felicitarles su cumpleaños. ¡Muchas gracias, compañeros!", acabó diciendo.
Pedro Hernández, anterior jefe del Servicio de Emergencias y Protección Civil del Ayuntamiento de Mazarrón, relató "el panorama terrorífico" que él y un grupo de voluntarios se encontraron en Bolnuevo, más concretamente en el camping, cuando un 7 de septiembre de 1989, el desbordamiento de la rambla de las Moreras se llevó por delante el camping y arrastró al mar todo lo que encontró a su paso: personas, caravanas, tiendas o vehículos.
"Los primeros que acudieron al rescate de la gente que estaba en el agua fueron los pescadores de la zona", describía Pedro Hernández, quien relató cómo la tenacidad, el empeño y la solidaridad de todos los que actuaron a tiempo evitó, probablemente, mayores consecuencias. Lamentablemente murieron dos personas, una anciana italiana, cuyo cadáver fue encontrado por unos pescadores flotando en el mar dos días después, y una enfermera del hospital de la Arrixaca, cuyo cuerpo sin vida fue localizado 20 días más tarde.
"Durante días nos encontrábamos a un trabajador del camping que acudía, sin decir nada, cada día mientras se llevaban a cabo las labores de limpieza. Un día me preguntó si podía acceder a su coche, algo que pudo hacer finalmente. De allí sacó un sobre, era el dinero de su sueldo de ese mes. La riada se lo había llevado todo", añadía el exjefe del Servicio de Emergencia y Protección Civil, quien, para terminar, indicaba que este terrible suceso "ha marcado la historia de Protección Civil de Mazarrón".
En el acto se hizo un reconocimiento especial a dos profesionales de Protección Civil y Seguridad Ciudadana ya jubilados. Y fueron Pedro Hernández, anterior jefe del Servicio de Emergencias y Protección Civil del Ayuntamiento de Mazarrón; y Guillermo Navarro Verdú, técnico auxiliar de Comunicaciones de la Dirección General de Seguridad y Emergencias. Ambos recibieron una metopa de manos del consejero de Transparencia, Seguridad y Emergencias, Antonio Sánchez Lorente, quien además fue el encargado de cerrar el acto.
