MURCIA. Las tendencias en moda masculina están más vivas que nunca. Ahora los varones se encuentran en la fase de descubrimiento de todas las posibilidades que ofrece el cuidado de la imagen personal. En España, este cambio se ha introducido a través de las peluquerías para caballeros: las barberías.
Este tipo de negocios han comenzado a resurgir en los últimos años coincidiendo con la llegada de las modas extranjeras, especialmente de las nacidas en Londres, que sirven como referente para el estilo español. En concreto, la irrupción de la barba y el poderío del degradado han provocado que los hombres acudan con mucha más asiduidad, y no hay aumento en la demanda que no esté correspondido por la oferta.
"Antes los clientes se cortaban el pelo cada tres o cuatro meses y ahora cada 15 días los tienes otra vez aquí", asegura Paco, propietario de la barbería Paco Murcia a este medio. Esto se debe a que dentro del incipiente interés masculino por la imagen personal se ha popularizado el degradado, un peinado basado en el contraste entre el pelo corto (principalmente por los lados) y el pelo largo (sobre todo por arriba), que requiere de cuidados constantes para no perder su atractivo.
"Antes los clientes se cortaban el pelo cada tres o cuatro meses y ahora cada 15 días los tienes otra vez aquí"
También la barba ha ganado prestigio entre la población, pues ha pasado de estar mal vista a convertirse en "un complemento más", como indica Adrián Hernández, propietario de HBarbers. Además, asegura que el cuidado de la barba "va de la mano del degradado", es decir, que la sociedad ya ha integrado las nuevas tendencias y el tiempo en el que la barba simbolizaba lo opuesto a las buenas maneras quedó atrás.
Además, Hernández afirma que otra de las funciones de las barberías es contribuir al cuidado del pelo, pues "la gente no está tan educada a la hora de atender el cabello" y los peluqueros, como expertos en la materia, ayudan al cliente a que preste más atención a este tema. En cualquier caso, insiste en que las costumbres están cambiando y "ahora el caballero se está cuidando más".
Por otro lado, el cambio en las necesidades de los clientes va acompañado de un aumento en la exigencia, pues ante las nuevas demandas el peluquero se ve en la obligación de adaptarse y modernizar el estilo. De esta forma, encontramos peticiones inimaginables en el público masculino de hace unos años como decoloraciones, tintes de colores vivos o permanentes para llevar el pelo rizado.
No obstante, Hernández asegura que aún no han llegado a España la influencia de los peinados más transgresores que sí están triunfando en otros países de Europa y que esto se debe a que en nuestro país siempre hemos ido con retraso en las tendencias: "Aquí la moda va con retardo. En Londres ya no se llevan los degradados que se llevan aquí. Hay que educar a la gente para que salgan de la zona de confort".
De todos modos, el público más conservador todavía disfruta de acudir a su barbería de confianza para que le hagan 'lo de siempre'. De esta forma, estos negocios presumen de combinar las tendencias modernas con los peinados más clásicos del repertorio.
En cualquier caso, no queda duda de que la barbería clásica que se estilaba en España en los años 50-60 ha sufrido una gran reconversión desde el local en el que los caballeros se recortaban el pelo hasta transformarse en un salón de belleza con todas las de la ley. Sin embargo, el dueño de Paco Murcia insiste en que "el que es un profesional no tiene problema a la hora de adaptarse a todo tipo de cambios".
Sin embargo, el aumento en la demanda también ha acabado implicando el aumento en la competencia, como es el caso de la zona de Santiago el Mayor, donde se acumulan tres barberos en unos pocos metros. De todas formas, coinciden en que saben cómo atraer a la clientela y diferenciarse de sus rivales: "Cada negocio tiene su cliente", aseguran desde la Peluquería para Caballeros Said.
En palabras del dueño de HBarbers, el último en sumarse a la ecuación: "Cada estilista se va generando su propia clientela porque el cliente tiene un gusto muy particular. En la zona cada barbería tiene un rol y unas diferencias como descubrí por un estudio de mercado que hice. Una puede ser muy clásica, una puede tener un toque diferente, una puede estar renovándose constantemente, etc. Por eso pude encontrar un hueco a pesar de que haya tantas".
Por otra parte, desde Paco Murcia o la peluquería Pako´s niegan que haya espacio para más barberías en Murcia, pues creen que ya acabó la fase de expansión y ahora estamos entrando en la fase de consolidación, por lo que pronostican la caída de aquellos negocios que no hayan nacido con bases sólidas.
En cualquier caso, lo que todos comparten es que esta tendencia del varón a estar más pendiente de su aspecto es una moda que ha venido para quedarse. "No se va a quedar ahí. Irá renovándose. Va a ir a más. El caballero va a llegar al mismo nivel de cuidados que puede tener una mujer", vaticina Hernández. En este sentido, apuesta por la proliferación de los productos específicos para el caballero, así como de locales y complementos que cubran estas necesidades recién adquiridas.