visión financiera

La FED puede subir los tipos más rápidamente en los próximos meses

15/06/2022 - 

MADRID. Con el fortalecimiento de los vientos en contra del crecimiento a nivel mundial (guerra en Ucrania, repunte de los precios de las materias primas) y nacional (inflación, endurecimiento de las condiciones financieras), las perspectivas han empeorado. Hemos revisado a la baja nuestra previsión de crecimiento hasta el 2,3% para este año, y vemos una desaceleración por debajo del potencial, en el 1,5%, en 2023. 

La última publicación de la Encuesta de Pronósticos Económicos señala una probabilidad del 11% de que el PIB se contraiga el próximo año. Por lo tanto, el temor a una recesión es generalizado pero, aunque nuestra previsión de crecimiento está ligeramente por debajo del consenso, creemos que sigue siendo muy probable un aterrizaje suave (o, en el peor de los casos, 'ligeramente suave'). 


La demanda interna sigue resistiendo, ya que los datos de abril muestran que las ventas minoristas crecerán a un ritmo anualizado superior al 4% en el segundo trimestre y tanto los bienes duraderos como los envíos apuntan a un impulso alentador para el capex, debido también a los bajos niveles de inventario. 

A un plazo mayor, el limitado endeudamiento privado y los bajos costes de los préstamos, que alcanzan niveles récord, proporcionan un importante colchón a la economía en caso de desaceleración. 


Por supuesto, la resistencia de la demanda en medio de un mercado laboral con una rigidez sin precedentes aumenta los riesgos al alza de la inflación y puede obligar a la Reserva Federal a endurecer su política monetaria. Este es el mayor riesgo que vemos ahora.

Por su parte, los datos del IPC de abril presentaron algunos indicios tímidos de un pico de inflación, pero el descenso desde la actual tasa subyacente del 6,1% será lento, y no esperamos que acabe el año por debajo del 4%: la evolución de los confinamientos en China y la dinámica de los salarios siguen siendo riesgos clave, sobre todo teniendo en cuenta que la demanda sostenida puede permitir a las empresas trasladar en gran medida las subidas de costes a los consumidores.

Paolo Zanghieri es economista senior de Generali Investments

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