MADRID (EFE/Javier Millán). La crisis de los semiconductores está generando un fuerte aumento de las importaciones de turismos de ocasión para satisfacer la creciente demanda que se registra de compradores que no pueden o no quieren esperar los largos plazos que les dan los fabricantes para la entrega de un coche nuevo.
Según han explicado a Efe fuentes de la patronal de vendedores Ganvam, el desabastecimiento de semiconductores está provocando paros en la actividad de fabricación de las marcas, lo que se traduce en mayores plazos de entrega en los coches nuevos, que pueden ser de entre 4 y 6 meses de demora, de acuerdo con la patronal de concesionarios Faconauto.
Esto hace que algunos conductores desistan y busquen coches de segunda mano jóvenes (de hasta cinco años). El problema es que no los hay porque las empresas de alquiler y renting tampoco pueden renovar sus flotas por el menor ritmo de fabricación de vehículos que se vive y que algunos expertos pronostican que persistirá durante el año que viene.
Así, profesionales y particulares exploran todos los diferentes canales de venta.
Según datos facilitados por Ganvam, en septiembre pasado se vendieron 163.715 turismos de segunda mano, el 13,5 % menos que 2020 (un ejercicio marcado por la pandemia) y el 0,7 % menos que en 2019.
De ellos, 114.789 se negociaron entre particulares (el 9,1 % menos que en 2020, pero el 5,6 % más que en 2019), 26.365 por empresas (el 16,1 y el 11,4 % menos, respectivamente), 8.739 en el segmento de renting (el 17,1 % menos que un año antes, pero el 20,7 % más que en 2019), 7.917 en el de importación (el 5 % y el 26,4 % más que en 2020 y 2019) y 5.905 en alquiladores.
Así, el canal de importación (mayoritariamente de profesionales) es el único que sube en la comparativa con septiembre de 2020 y 2019. Sin embargo, en el acumulado entre enero y septiembre, la tendencia cambia: suma 58.540 operaciones, el 23,8 % más que en el mismo período de 2020, pero el 3,8 % menos que en 2019.
Al respecto, desde Ganvam recuerdan que lo habitual es que España exporte a otros mercados (especialmente las empresas de renting en busca de mayor rentabilidad) y no recurrir a la compra fuera, que se dirige a los países donde hay fabricantes y se pueden obtener mejores precios, según fuentes de la consultora MSI.
Los concesionarios oficiales no hacen importaciones para alimentar sus existencias de ocasión, para eso tienen las automatriculaciones, las recompras a clientes, a empresas de renting y alquiladoras; o las subastas de multinacionales, han explicado a Efe desde Faconauto.
Hasta septiembre se han vendido en España 1.427.551 turismos de segunda mano (incluidos los 58.450 importados), de los que los particulares han comprado 971.636, el 28,8 % más que en el mismo período de 2020 y el 40,9 % más que en 2019.
Las empresas compraron 241.787 (el 13,2 % más que en 2020 y el 9,8 % menos que en 2019), el renting 91.636 (28,8 y 40,9 % más, respectivamente) y los alquiladores 64.013 (35,2 % y 37,4 % menos).
Ganvam y Faconauto han rebajado la previsión de cierre de 2021 a 1,9 millones de unidades, el 8 % menos que 2020 y el 6 % inferior a 2019.
Por cada turismo nuevo que se ha matriculado en septiembre España se han comprado 2,7 de ocasión (el ratio en comerciales es del 2,5).
Para Ganvam esto no se debe a que el mercado de ocasión en España alcance el grado de madurez de sus socios europeos, si no a que las ventas de vehículos nuevos están "hundidas": En octubre las de turismos y todoterrenos cayeron el 20,5 % en tasa interanual.
¿Y cómo son esos 163.715 vehículos de ocasión vendidos en septiembre?: 11.661 de menos de un año (el 22,1 % menos que en septiembre de 2020 y el 43,7 % menos que en 2019), 11.335 tienen entre 1 y 3 años (37,9 y 6,6 % menos, respectivamente), 18.633 entre 3 y 5 años (6,4 % menos y 27,5 % más), 14.972 entre 5 y 8 años (7 y 36,6 % más) 6.843 entre 8 y 10 años (17,9 y 22,1 % menos), 41.851 entre 10 y 15 años (23,5 y 20,4 % menos) y 58.420 más de 15 (1,2 % menos que en 2020 y 29,6 % más que en 2019).
Son estos últimos los que mayor peso tienen en el mercado (el 35,7 %), con el riesgo que conllevan para la seguridad vial y la calidad del aire, advierten los expertos.