MADRID (EP). El pleno del Parlamento Europeo ha elegido este martes a la conservadora maltesa Roberta Metsola como nueva presidenta de la institución para lo que resta de legislatura, dos años y medio, después de que el Partido Popular Europeo lograra el apoyo para su candidata de los Socialistas y Demócratas (S&D) y de los Liberales europeos (RE).
Metsola ha ganado la primera vuelta de la votación celebrada en Estrasburgo (Francia) y se ha impuesto así a otras dos mujeres, la candidata de la Izquierda Europea, la española de IU Sira Rego, y la exministra sueca Alice Bah Kuhnke, candidata de Los Verdes.
La 'popular' maltesa ha logrado una cómoda mayoría de 458 votos a favor en la ronda secreta de votación, mientras que Kuhnke ha sumado 101 apoyos y Sira Rego 57, según ha anunciado el vicepresidente de la Eurocámara a cargo de la votación, el socialista portugués Pedro Silva Pereira.
El único candidato masculino, el polaco Kosma Zlotowski de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), decidió finalmente retirar su candidatura antes de la ronda de votaciones, lo que favoreció el apoyo del grupo a la candidata 'popular'.
Con el nombramiento de la candidata del PPE como presidenta de la Eurocámara, los socialdemócratas --que no presentaron candidato alternativo-- dejan de tener representación entre los principales cargos de la UE, que se reparten conservadores, con Ursula von der Leyen en la Comisión Europea y Metsola en el Parlamento y los liberales, con Charles Michel en el Consejo.
Metsola, que este mismo martes cumple 43 años, se convierte así en la primera mujer en veinte años que es nombrada presidenta del Parlamento Europeo -sólo lo consiguieron antes las francesas Simone Veil y Nicole Fontaine-- y también en la persona más joven en ocupar el cargo.
La 'popular' maltesa sucederá en el cargo al socialista italiano David Sassoli, fallecido el pasado 11 de enero y cuyo relevo estaba ya previsto para esta semana porque los mandatos de los presidentes de la Eurocámara tienen dos años y medio de duración.
El PPE hizo valer el respeto de los equilibrios dentro del reparto de cargos en la UE con la candidatura de una mujer joven y procedente de un país pequeño del sur de Europa para ganar apoyos entre otros grupos.
Sin embargo, Metsola encontró las críticas de la Izquierda y Los Verdes, que pusieron en duda su compromiso con el feminismo y los derechos fundamentales por sus reiterados votos en contra del derecho al aborto y de los derechos sexuales de la mujer en la UE.
La política conservadora ha defendido en sus últimas intervenciones y en su primer discurso tras ser elegida presidenta que asumirá como propias las posiciones de la Eurocámara, también en áreas en las que como eurodiputada discrepó.
"Mi posición es la del Parlamento Europeo. Y sobre esta cuestión, este Parlamento ha sido inequívoco: ha pedido de forma repetida que estos derechos se protejan mejor", ha insistido en una rueda de prensa posterior, preguntada por las contradicciones entre su posición personal y la de la Eurocámara. Metsola, además, ha anunciado su decisión de no ejercer su derecho a voto en el Parlamento Europeo mientras ocupe el cargo de presidenta.
"Justo el mes pasado subrayamos el acceso a los derechos sexuales y reproductivos como una parte esencial para lograr la igualdad de género y eliminar la violencia de género. Esta es la posición de esta casa y me comprometo ante todos ustedes a que esta posición será la que impulsaré, como ya he hecho como vicepresidenta cuando se me ha confiado la presidencia de esta casa", ha zanjado.
En las intervenciones previas a la votación, la candidata de la Izquierda europea, Sira Rego, ha avisado de que la Eurocámara no debe dar "ni un paso atrás" en los derechos de las mujeres europeos ni en su derecho a decidir sobre su cuerpo, al tiempo que ha criticado que la derecha europea sea "demasiado permeable" a los propósitos de la extrema derecha.