El gasto en intereses de la deuda, que se reducirá un 4,7%, volverá a niveles de 2011
MADRID. (EP) La deuda del conjunto de las administraciones públicas finalizará el ejercicio 2022 en el 115,1% del PIB, por debajo del 119,5% previsto para 2021, según las proyecciones del proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2021, que prevé también la emisión bruta por parte del Tesoro Público de 242.846 millones de euros, lo que supone un descenso del 9,8% respecto a lo estimado para este año.
Al igual que en los últimos años, el grueso de la emisión bruta prevista se concentrará en letras del Tesoro y en bonos y obligaciones del Estado.
Sin embargo, cabe destacar que en 2020 y 2021 las emisiones de valores del Tesoro se vieron complementadas con préstamos procedentes de la UE para ayudar al desempleo provocado por la pandemia a través del programa SURE (Support mitigating Unemployment Risks in Emergency). España ya ha recibido todos los préstamos disponibles en el marco de este instrumento, de manera que en 2022 no se recurrirá a este programa.
No obstante, el Gobierno precisa que desde 2021 España está recibiendo un elevado volumen de transferencias procedentes de los fondos de la UE para hacer frente a la reconstrucción tras la pandemia en el marco del programa 'Next Generation EU', ayudas que se utilizarán para el desarrollo de diversas medidas recogidas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia en los próximos años, no generando nuevo endeudamiento del Estado por su carácter no reembolsable.
Además, en 2021 el Tesoro realizó la primera emisión de un bono verde, con el que colocó 5.000 millones de euros, para contribuir a la financiación de los compromisos de España con la transición ecológica, programa que pasará a ser un "componente estructural" en la estrategia de financiación del Tesoro en 2022 y en los próximos años.
Por su parte, el endeudamiento neto del Tesoro Público en 2022 ascenderá a aproximadamente 80.000 millones de euros. Se prevé que las letras del Tesoro no aporten financiación neta, por lo que los bonos y obligaciones del Estado, junto con el resto de deudas en euros y en divisas, aportarán los 80.000 millones para cubrir la totalidad de las necesidades de financiación neta previstas.
Para 2022 se espera que la vida media de la cartera se estabilice en 8 años o aumente ligeramente, situándose dentro de una horquilla de 8 a 8,2 años, unos niveles que permiten mantener un "reducido riesgo
de refinanciación" y, por tanto, una menor exposición ante una eventual subida de los tipos de interés, indica el Gobierno.
En la medida en que la rentabilidad de las emisiones realizadas por
el Tesoro durante este año resulta inferior a la de las antiguas referencias que van venciendo, cabe esperar que durante 2021 y 2022 se siga reduciendo el coste medio de la Deuda del Estado en circulación, que cerró 2020 en el 1,86% y se sitúa a finales de agosto de 2021 en el 1,66%.
Por último el Gobierno destaca que desde 2014, al haber descendido notablemente los tipos de interés de las nuevas emisiones, en línea con la evolución de los tipos de interés del BCE, el peso de los gastos financieros de la deuda del Estado sobre el PIB se ha ido reduciendo a pesar del incremento de la deuda en circulación.
De esta forma, se prevé que esta senda descendente continúe en 2022 hasta llegar a niveles de 2011. En concreto, los intereses de la deuda caerán un 4,7% el próximo año, hasta los 30.223 millones de euros.