MURCIA. El know-how de la yeclana NZI tiene un renombre internacional. Tanto es así, que desde una empresa europea también han querido implementar una de las tecnologías innovadoras que viene empleando esta compañía en la Región desde hace 14 años, un deseo que finalmente se ha consumado con la compra de esta técnica por más de medio millón de euros.
En concreto, se trata de la forma patentada de decoración de cascos, una técnica inventada por el fundador de la marca, Nazario Ibáñez Azorín, hace 14 años para optimizar el proceso. Para ello, aplica técnicas que ya existen en el mercado pero adaptadas a la forma de esfera, que es lo que marca la diferencia con los competidores.
En consecuencia, se disminuye el coste y se puede ampliar notablemente el número de gráficas disponibles, pues NZI cuenta con más de 300 en estos momentos. Además, dado que estos trabajos se realizan en el momento en el que entra el pedido, también permite la opción de personalizar los cascos.
"En estos 14 años se han interesado al menos cinco marcas muy potentes del mercado por comprar esta tecnología. Eran grandes empresas de talla internacional, pero al final no llegamos a un acuerdo, y ahora sí que lo hemos firmado", explica Nazario Ibáñez Ortín, presidente de NZI, en conversaciones con Murcia Plaza.
Además de vender la tecnología en sí, la cotizada yeclana presupuestará una planta piloto en Italia para la aplicación de este proceso, lo que será pagado por el cliente. Una vez que esté aprobado el presupuesto, se comprará e instalará la maquinaria necesaria para iniciar la producción.
Por esta operación, NZI recibirá un total de 550.000 euros. El primer pago de 300.000 euros se dividirá en un 50% al firmar el contrato y el otro una vez quede completado el montaje de la planta en Italia. Después, se recibirán otros cinco pagos anuales de 50.000 euros cada uno.
No obstante, la venta no significa que la fabricante de cascos de la Región se desentienda de esta tecnología, pues cualquier patente o avance en el proceso que se produzca será compartido y la propiedad será conjunta.
"Nosotros le vendemos el know-how, pero seguimos fabricando, y si vamos evolucionando la técnica será propiedad de los dos. Además, en cuatro años quedará libre esta tecnología por si otra empresa la puede querer comprar, abre la ventana de realizar una reventa", concluya Ibánez. En este caso, los beneficios de la venta se distribuirían entre NZI y la empresa que acaba de adquirir esta técnica.