CARTAGENA. La venta de barcos en la Región vive uno de sus mejores momentos. Si la anterior crisis, en este caso económica, dejó al sector tiritando, con puntos de amarre sin dueño, esta crisis sanitaria ha dado un vuelco, en positivo, al sector. Las ventas se han incrementado entre un 30 y un 40% en el último año y medio. “Pasito a pasito, desde la crisis de 2008 la situación se ha revertido”, admite Rubén Argibay, gerente de J. Olivares, empresa náutica desde 1985.
“Cuando estalla la pandemia, estábamos un poco temerosos porque veíamos que las ventas podían caer en picado. Sin embargo, ha sido todo lo contrario. Sin exagerar, entre 2020 y 2021 hemos vendido más que en los últimos cinco años”, afirma Argibay. Como muestra, el gerente de J.Olivares admite que ya no hay barcos nuevos, porque los que tenían los vendieron y además, por la crisis de suministros que empieza a afectar a todos los sectores productivos. “Para barcos nuevos, estamos dando como fecha de entrega 2024 0 2025. Para el año 2023 se podrán entregar algunos”, admite Argibay.
Sin la posibilidad de encontrar barcos nuevos, el mercado que ha cogido vuelo es el de las embarcaciones de ocasión, donde las ventas suben entre un 30 y un 40% en el último año. “La pandemia ha abierto un mercado. Al final, una embarcación es un sitio seguro, con el que puedes salir con la familia, en verano te da muchas posibilidades…Ahora mucha gente tiene barco por esto”, afirman desde J. Olivares.
Para explicar este cambio de mentalidad, Argibay cree que en la sociedad ha calado la mentalidad de “vivir el momento. Si en otro momento se pensaba más en ahorrar, ahora se quiere aprovechar lo que se tenga por si sucede otra situación como la que hemos vivido. El teletrabajo y que mucha gente ha estado viviendo en su segunda residencia durante el pasado invierno también ha motivado este incremento en la venta de barcos.
Si las ventas ya son un buen ejemplo de la buena salud del sector, otro dato a tener en cuenta son los puntos de amarre. “Para que te hagas una idea, en Tomás Maestre, que es uno de los puertos con más puntos de amarre de toda Europa, hay lista de espera. Algo que no es nada habitual”. Con la covid, el barco en la Región vuelve a tener peso.