MURCIA. Los sistemas de recolección mecanizados presentan ventajas frente a la recolección a mano porque se reduce el porcentaje de posturas en las categorías de riesgo elevado, disminuyendo la posibilidad de causar daño al sistema musculoesquelético de los trabajadores entre un 6 y un 17%. Así lo demuestra un estudio llevado a cabo por investigadores de la UPCT sobre cómo afecta la incorporación de nuevas tecnologías de poda y recolección en los riesgos ergonómicos de los empleados agrícolas
En concreto, este estudio se realiza a través del grupo operativo Citrustech 'Avances tecnológicos para la modernización y la sostenibilidad en la producción de cítricos', financiado con fondos europeos.
Así pues, los investigadores recomiendan, con los análisis desarrollados hasta ahora, que los trabajadores reciban una formación específica relacionada con los factores de riesgo ergonómicos. También que conozcan las medidas preventivas para eliminar o reducir dichos riesgos.
Un ejemplo, "evitar el transporte a mano de la fruta dentro de la parcela, tarea que podría dañar el sistema musculoesquelético y sustituirlo por medios mecánicos, como las carretillas de orugas, que permiten realizar esa tarea menos pesada", señala el investigador responsable, Bernardo Martín Górriz, del área de Ingeniería Agroforestal.
Han evaluado los aspectos ergonómicos de las tres tareas agrícolas más frecuentes que realizan los trabajadores agrícolas durante el cultivo de los cítricos: podador, recolector y conductor de tractor, que va asociado a distintas tareas como el laboreo del suelo, los tratamientos fitosanitarios, o el transporte de insumo o cosecha dentro de la explotación agrícola, agrega el profesor Martín Górriz.
Los análisis lo realizan con más de un centenar de trabajadores de fincas comerciales ubicadas en las zonas citrícolas de Librilla y La Palma, en Murcia; Lliria, Turis, Museros y Moncada, en Valencia y Villanueva de los Castillejos, en Huelva.
En esta investigación participan junto a la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), la Politécnica de Valencia, la Universidad de Córdoba y el IVIA (Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias); García Carrión, Anecoop y la Fundación Cajamar. Y son socios colaboradores Asaja, Ailimpo, Revacitrus, Sunaran y la Asociación de Citricultores de la Provincia de Huelva.
Este proyecto está cofinanciado a través de una ayuda del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural -Feader- en un 80% y al 20% por fondos de la Administración General del Estado. El importe total de subvención para la ejecución del mismo es de 587.734 euros.