BRUSELAS. La naranja valenciana sufrirá las consecuencias de la nueva normativa europea que regula la importación de cítricos de África y Sudamérica. Tras la nefasta experiencia del Tratado de Sudáfrica en materia de seguridad alimentaria y con el Tratado de Mercosur en ciernes por el desabastecimiento de la guerra de Ucrania, la Unión Europea (UE) acaba de aprobar un Reglamento que endurece las condiciones fitosanitarias para los países exportadores, al tiempo que establece la condición de que esos cítricos sean transformados en el país de entrada para evitar la propagación de plagas en países productores. res, como por ejemplo España.
De esta forma, lo que puede parecer una ley proteccionista de los países productores, en realidad lo que hará es favorecer a países del Unión como los Países Bajos, principal puerta de entrada de los cítricos de importación a través del puerto de Rotterdam. Será en este país donde se desarrollará la industria del procesado de cítricos en zumos o mermeladas, cuando en estos momentos el mayor productor de la UE es España.
En concreto, serán la industria valenciana y andaluza del procesado de cítricos las más afectadas. Ello se debe a que, al estar localizada en estos territorios la producción, las naranjas sobrantes por falta de calibre o saturación del mercado se destinan a su transformación industrial "in situ”.
El Reglamento aprobado establece “medidas temporales respecto a los frutos especificados originarios de Argentina, Brasil, Sudáfrica, Uruguay y Zimbabue para prevenir la introducción y propagación en el territorio de la Unión de la plaga de Phyllosticta citricarpa (McAlpine) Van der Aa.” Éste es el nombre completo y genérico de la ley, con validez hasta 2025, pero en su articulado especifica la referencia a la importación de cítricos y a su transformado industrial en los “países no productores”, ante la imposibilidad de controlar su trazabilidad para la seguridad alimentaria.
Por tanto, lo que parece una regulación más estricta para evitar la entrada de frutas con plagas, en realidad lo que hace es permitir su entrada, pero sólo en los países europeos donde no hay producción de cítricos para que no contaminen la producción autóctona. El peligro que se quiere evitar ya ocurrieron la entrada de naranjas egipcias y sudafricanas con polilla ante la falta de control en origen y el escaso control en los puertos de Rotterdam y Portugal, principales destinatarios por su laxitud.
El Reglamento especifica que la fruta que entra sin garantías debe destinarse a la transformación, en zumo o mermeladas y, además debe quedarse en el país del puerto de destino para su reutilización. Ello implica que los países no productores de cítricos llegarán a liderar la fabricación de estos productos derivados, en clara ventaja sobre España por precio.
El secretario general de la Unió de Llauradors, Carles Peris, explica que esta norma “se centra exclusivamente en los cítricos de los países que nombra, para que entren a la UE para su transformación en zumo, principalmente”. Preocupado por la entrada de fruta sin control suficiente, Peris añade que, “además, se produciría una deslocalización de la industria valenciana de transformación de cítricos hacia países de la Unión que no tienen plantaciones y que son destino de las importaciones”.
Hay que recordar que los Países Bajos son el quinto exportador de naranjas en el mundo y el segundo en europeo, pese a no ser productor, ya que por su puerto entra la mayor parte de importación sudafricana y egipcia. Los mayores exportadores, por este orden, son España, China, Sudáfrica, Turquía, Países Bajos, Estados Unidos, Egipto, México y Marruecos.
Aproximadamente el 90 por ciento de la naranja española se produce en València y Andalucía. España es el mayor procesador de naranja de la UE, seguido de Italia. Y, un 20% de a naranja española se utiliza par su transformación productos derivados, principalmente zumo natural. En España hay unas 30 empresas decías a procesar cítricos para el mercado doméstico e internacional.
La producción de naranja en la UE se concentra en el Mediterráneo. Italia también se vería afectada, ya que junto con España representan el 80% de la producción europea. El 20 por ciento restante se reparte entre Grecia y Portugal. Éste ultimo, pese a ser puerto de destino, también se vería perjudicado por la norma que regula el procesado al tener plantaciones.
Sudáfrica y Egipto son los mayores exportadores de naranjas para el mercado europeo, que entra por los puertos de Países Bajos y Portugal. Marruecos, Zimbabue y Argentina le siguen en importancia. Y a ellos va dirigida esta normativa.
La guerra de Ucrania y a prohibición de exportación de naranjas a Rusia desde 2014 han provocado un acercamiento de la UE para retomar las negociaciones con Mercosur, el tratado de libre comercio con Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Ello está provocando preocupación en el sector, ya que añadiría competencia entre los productores de naranjas y la industria procesadora de cítricos. El Reglamento viene a proteger la industria pero localizada en los Países Bajos, que es puerto principal de destino y sin plantaciones que puedan ser objeto de contaminación.
Literalmente, el Reglamento establece que “los frutos especificados serán transformados en instalaciones situadas en una zona donde no se cultiven cítricos. Los frutos especificados se almacenarán de tal modo que se impida todo riesgo de propagación de la plaga especificada”. Y añade que “los residuos y subproductos de los frutos especificados se utilizarán o destruirán en el territorio del Estado miembro donde dichos frutos hayan sido transformados, en una zona donde no se cultiven cítricos”.
Previo al articulado, esta norma justifica la entrada de los productos con plagas para su transformación en zumos diciendo que “las importaciones de los frutos especificados destinados exclusivamente a la transformación presentan un riesgo menos elevado de transferencia de la plaga especificada a un vegetal huésped adecuado, ya que están sujetas a controles oficiales dentro de la Unión y deben cumplir requisitos específicos sobre circulación, transformación, almacenamiento, contenedores, envases y etiquetado”.
Por tanto, “dichas importaciones pueden autorizarse con arreglo a requisitos menos estrictos”. Además, “los frutos especificados destinados exclusivamente a la transformación deben transportarse directamente y sin demora a las instalaciones de transformación o almacenamiento, a fin de asegurar que se reduzca en la medida de lo posible el riesgo fitosanitario”.
Desde 2016, los Estados miembros han notificado varios incumplimientos debidos a la presencia de la plaga especificada en las importaciones en la Unión de los frutos especificados originarios de Argentina, Brasil, Sudáfrica y Uruguay. Además, en 2021 se detectó un elevado número de incumplimientos debidos a la presencia de la plaga especificada en los frutos especificados originarios de Zimbabue. La UE reconoce en el mismo texto de la ley que “las medidas” de control establecidas “no son suficientes” y es “necesario establecer medidas adicionales para los frutos especificados originarios de Argentina, Brasil, Sudáfrica, Uruguay y Zimbabue”.
También son necesarias para asegurase de que estos frutos vayan acompañados de un código de trazabilidad que permita, en caso de que se detecte la plaga especificada, hacer un seguimiento retroactivo hasta las instalaciones de producción. Los frutos especificados también deben ir acompañados de un certificado fitosanitario que incluya la fecha de la inspección, el número de envases de cada instalación de producción y los códigos de trazabilidad.
A raíz de la revisión de los requisitos de importación de los frutos especificados originarios de Argentina en 2021, que dio lugar a la modificación de la norma el muestreo para confirmar la aplicación correcta de los productos fitosanitarios sobre el terreno debe estar basado en los incumplimientos identificados durante las inspecciones sobre el terreno o en las instalaciones de envasado previo a la exportación, o bien en los controles realizados sobre los envíos en los puestos de control fronterizo en la Unión.
También señala que, “habida cuenta del elevado número de incumplimientos en relación con los frutos especificados originarios de Sudáfrica notificados por los Estados miembros en 2021, es necesario incrementar los requisitos para el muestreo, para detectar la plaga especificada en los frutos especificados en las distintas fases en la planta de envasado, hasta estar listos para la exportación”.
Para 2021-22, se espera que las importaciones de la UE crezcan como resultado de la caída esperada en el suministro de naranja y la producción de zumo de naranja de la UE. En 2020-21, la UE exportó un 18 por ciento menos de volumen que en la temporada anterior debido a la menor oferta. Los principales destinos de exportación son el Reino Unido, Suiza, Arabia Saudí, Corea del Sur, Noruega, Japón y China. En 2020-21, las exportaciones a los Estados Unidos alcanzaron un valor de 7 millones de dólares. En 2021-22, se espera que las exportaciones caigan ligeramente en línea con la menor producción de naranja de la UE.