MURCIA. Cuando se produce un hecho catastrófico y todos los indicadores productivos se desploman, cualquier leve mejoría posterior queda reflejada en las estadísticas como una subida exponencial. En el caso de las cifras del paro, tras el colapso provocado por el chinovirus ocurre exactamente eso, como ha quedado reflejado en las cifras de empleo correspondientes al pasado mes de septiembre.
"las cifras de septiembre no son un éxito, sino un dato pavoroso que certifica el desastre económico y social al que se enfrenta España"
En el Gobierno han lanzado toda la cohetería para celebrar que la bajada del paro de este septiembre es la más importante desde que hay registros. Lo que no dice la ministra comunista de Trabajo (hasta ahí ha llegado España con el sanchismo) es que ese descenso es lo normal cuando previamente el indicador ha subido de forma dramática.
En realidad, las cifras de paro en septiembre no son un éxito, sino un dato pavoroso que certifica el desastre económico y social al que se enfrenta España de la mano del chavismo sanchista. Porque es cierto que hay 26.000 parados menos que en agosto, pero 700.000 más que el mismo mes del año anterior. ¿Dónde está el éxito? ¿Con quién pretende el Gobierno brindar?
La situación es dramática pero susceptible de empeorar, como ocurre siempre cuando gobierna la izquierda. Si Sánchez e Iglesias logran paralizar la economía de Madrid, la única locomotora que le queda a España, el desastre se agravará y el Gobierno se acercará a su objetivo soñado: una economía destruida y una población dependiente absolutamente del favor estatal. En otras palabras, el modelo chavista, que tan buenos resultados electorales ha proporcionado a la izquierda cada vez que han logrado implantarlo en algún lugar.