MURCIA. Acompañando el desarrollo agrícola que caracteriza a la Región de Murcia siempre se han encontrado empresas punteras en tecnología diseñada para optimizar cultivos, un know-how valorado incluso fuera de las fronteras. Ahora, un nuevo tipo de plantación está llamando a la puerta de estas compañías debido a la gran cantidad de cuidados que requiere para su crecimiento. Se trata del cannabis medicinal.
Y es que algunas empresas del sector ya están especializando sus productos para que se adapten a las necesidades de esta planta, ya que sus exigencias en materia de humedad, temperatura y horas de sol, provocan que sea uno de los cultivos más tecnologizados: "Este tipo de proyectos están cobrando importancia con el paso de los años porque requieren de mucha atención a lo largo de las diferentes fases de crecimiento. Cada vez hay más peticiones de presupuesto", remarca Amir Abbas Khan, manager de proyectos relacionados con cannabis medicinal en J. Huete International.
Asimismo, también los fabricantes de fertilizantes buscan encontrar un hueco en este mercado. En consecuencia, firmas como la murciana Pelemix comienzan a fabricar sustratos agrícolas especializados para el crecimiento del cannabis con fines medicinales.
Al fin y al cabo, se trata de una demanda que está aumentando en los últimos tiempos. De hecho, España calcula que necesitará seis toneladas de cannabis en el 2022, diez veces más de lo notificado en el año anterior a la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE).
No obstante, lo cierto es que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) mantiene un férreo control sobre las autorizaciones para plantar este tipo de cultivos y, aunque han aumentado las solicitudes de licencia, tan solo ocho compañías tiene permiso para producir cannabis con fines médicos en España. Entre ellas se encuentra Linneo Health, una de las pioneras en estas plantaciones que escogió la Región para ubicar sus cultivos.
Más allá del clima y las necesidades específicas que requiere la planta para no interrumpir el crecimiento -en la floración se necesitan 12 horas de noche y 12 horas de días-, el uso de la tecnología también viene exigido por las necesidades de la industria a la que va dirigido el producto final, la farmacéutica. Por tanto, resulta de vital importancia salvaguardar la calidad y evitar que se contamine: "Filtramos todo el aire que le entra al cultivo para quitarle los microorganismos. De hecho, hemos desarrollado un sistema de sobrepresión para que el aire salga hacia fuera al abrir una puerta", explica Abbas Khan.