UNA REGIÓN EN MARCHA / OPINIÓN

La soberanía alimentaria una cuestión de seguridad nacional

9/03/2024 - 

MURCIA. La política agraria europea ha incrementado la dependencia del exterior para el suministro de alimentos ya que financia el abandono de la actividad agropecuaria y penaliza el trabajo en el campo, reduciendo la superficie cultivable y limitando el uso de los fitosanitarios que protegen los cultivos de las enfermedades y plagas. La alimentación de los europeos se está dejando paulatinamente en manos de otros países.

Una de las consecuencias más importantes de la imposición del calendario legislativo de la Agenda Verde, además de la insuficiencia productiva, es la falta de garantía en la calidad y sanidad de las importaciones. Prueba de ello ha sido lo que en los últimos días ha ocurrido con fresas importadas de Marruecos o anteriormente con sandias, arroz y otros productos.

Las sucesivas crisis que nos han golpeado en los últimos años (sanitaria, logística o la  guerra Ucrania) han puesto de manifiesto la fragilidad de Europa para garantizar el abastecimiento de alimentos. Se ha sufrido la escasez de materias primas (cereales, semillas, fertilizantes) e incluso en ocasiones, el desabastecimiento de alimentos básicos.

La agricultura y la ganadería son fundamentales para asegurar la soberanía alimentaria de cualquier nación. Es clave para asegurar la capacidad de producción y suministro de alimentos a la población y por tanto de la independencia frente a terceros.

También es garantía de seguridad alimentaria, ya que permite la trazabilidad de los alimentos desde el origen al consumidor de acuerdo con las normativas que en cada momento se aprueban para cumplir ese fin. Permite abastecer de alimentos seguros y de calidad a la población sin depender de terceros países.

En las últimas semanas diferentes líderes europeos están proponiendo la necesidad de fortalecer la industria de defensa con objeto de garantizar la seguridad de la UE ante los dramáticos desafíos del futuro. Se pretende conseguir no depender del exterior en un asunto tan crítico y esencial como es la defensa nacional y para ello hay que intentar ser autosuficiente en la producción de armamento y en los medios necesarios para su uso.

La seguridad nacional no sólo es garantizar la capacidad defensiva de un país, también es asegurar la producción y suministro de alimentos. Tan importante es incrementar la capacidad de defensa como la de producción de alimentos, por lo que al igual que se propone impulsar la industria de defensa se debería potenciar y favorecer la actividad agropecuaria para recuperar el liderazgo geopolítico europeo.

La soberanía alimentaria es uno de los pilares de la seguridad nacional ya que permite no depender de otros países en algo tan esencial y básico como es la alimentación. Permite hacer frente a los desafíos de futuro al garantizar la capacidad de autoabastecimiento. Además, genera empleo estable y permite combatir la despoblación rural.

Un sector agropecuario fuerte que pueda incrementar la producción permite alcanzar la soberanía alimentaria. La seguridad europea depende del potencial de su industria de defensa y de la fortaleza de su sector primario. Si ningún país deja en manos de otro su defensa ¿Por qué habría que dejar su alimentación? Es cuestión de seguridad nacional.

Miguel Ángel Cámara Botía