CARTAGENA. De entre los muchos aspectos a mejorar para lograr una sanación total del Mar Menor que la propia laguna, por sí misma, ya no es capaz de lograr, se ha puesto especial hincapié desde la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) y el Ministerio de Transición Ecológica (Miteco) en la recuperación de las ramblas.
"La rambla del Albujón, como el resto que confluyen en el Mar Menor, no tiene nada que ver con lo que era hace 50 años", señala Eduardo Lafuente, jefe de servicio de la Comisaría de Aguas de la CHS. "Antes, la rambla del Albujón funcionaba como una cañada. Las boqueras que tenía eran pequeños diques que desviaban el agua. Era una manera formidable de prevenir inundaciones. A partir de los años 80, el cauce empieza a ensanchar, esto erosiona más la tierra y provoca que llegue más agua a la laguna", añade Lafuente. "Las ramblas son las grandes olvidadas de las restauraciones", apunta.
En este sentido, como apuntan desde la CHS, parte de la sanación del Mar Menor pasa por la recuperación y mejora ambiental en la cuenca, centrándose en todos los cauces con consideración de dominio público hidráulico, en particular la rambla del Albujón y la de Miranda, que son las que más aportes de agua y nitratos emiten al Mar Menor. También, señalan desde el Miteco, se está trabajando en la identificación y posterior creación de corredores verdes asociados al ‘Cinturón Verde’, que permitan dotar de conectividad a todo el sistema y red de drenaje del Campo de Cartagena.
Para la recuperación y mejora ambiental de las ramblas se está llevando a cabo, en dos fases, el proyecto de ‘Restauración hidrológico-forestal para reducir el riesgo de inundación y mejora ambiental de las ramblas las Matildes, el Beal, la Carrasquilla y el Barranco de Ponce’. La primera fase contempla la reducción del riesgo de inundación y la mejora ambiental en el dominio público de las ramblas de la Sierra Minera de Cartagena. Una fase cuyo montante asciende a los 7,74 millones, y un plazo de 36 meses con intervenciones en los terrenos públicos hidráulicos para retener arrastres y la energía del agua mediante actuaciones que incluyen la incorporación de material vegetal. La segunda fase, a su vez, contempla actuar en las zonas colindantes a estos dominios públicos hidráulicos, con zonas de laminación e inundación más amplias que incorporan soluciones basadas en la naturaleza.
En estas actuaciones, apuntan desde la CHS, es clave el trabajo conjunto con los pastores y agricultores de la zona. "La rambla está muy deslindada y es complicado establecer que es terreno público y que es privado. Por eso es mejor trabajar con ellos que entrar en farragosos procesos judiciales", apunta Lafuente. "Hay que hacer mucha didáctica. Estamos intentando cortar todos los accesos a la rambla del Albujón. No hay zona más vigilada del Campo de Cartagena que esta", señala. Entre las soluciones verdes está previsto crear zonas inundables para que el agua llegue lo más lento posible al Mar Menor y ganar espacio al río, recuperando además los meandros.