MURCIA. La Región ha alcanzado la cifra más baja de parados desde 2008, con 91.400 al final del segundo trimestre de este 2022. Asimismo, la cifra de empleados alcanza la mayor en toda la serie histórica. No obstante, estos resultados han sido celebrados con prudencia por los agentes económicos de la Región.
En este sentido se ha posicionado Croem, pues recuerda que los buenos datos trimestrales chocan con un "debilitamiento" en el ritmo anual, lo que "podría ser indicativo de los riesgos crecientes que se afrontan". En este sentido, la patronal ha destacado las repercusiones de la invasión rusa de Ucrania, la evolución de la pandemia o las "ya cronificadas" tensiones inflacionistas.
De hecho, también el Gobierno regional se mostraba cauto al valorar las cifras del paro, y recordaba que la posición económica de la Región no es del todo favorable: "Todos los indicadores señalan que vamos encaminados a una recesión", ha especificado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno la portavoz del Ejecutivo, Valle Miguélez.
Por su parte, la Cámara de Comercio se suma a esta llamada a la prudencia, que especifica que "las empresas afrontan amenazas que desincentivan tanto la contratación como la inversión en nuevos proyectos o actividades". En este sentido, recuerda también la mermadas capacidad adquisitiva de los consumidores, lo que deriva en un menor gasto de dinero.
En cuanto a UGT, el sindicato sí celebra los resultados sin reparos y pone el foco en el descenso de la temporalidad, pues los asalariados indefinidos crecen en 30.500 en un año (un 8,06%). Asimismo, destaca que la reforma laboral ha provocado "una mejoría de la calidad del empleo y el crecimiento de las ocupaciones con jornada a tiempo completo", que crecen en un año un 2,36%, mientras que, simultáneamente, caen las ocupaciones a tiempo parcial (-3,01%).
Por su parte, los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) preocupan a la Federación Regional de Empresarios de la Construcción de Murcia (Frecom), pues el segundo trimestre ha concluido con 4.100 trabajadores menos que en el primero y hasta 9.700 menos que en el mismo periodo del año anterior, lo que supone un retroceso del 21,5%. Según incide la asociación, se trata de datos no vistos desde principios del 2018.
No obstante, el auténtico problema reside en que en este segundo trimestre también ha bajado en 600 trabajadores la cifra de desempleados a los 4.000, lo que significa que la construcción está perdiendo población activa. Esta situación, que ya se viene alertando en el sector desde hace meses, se debe en gran parte a la falta de relevo generacional.