La realidad socioeconómica de la Región es altamente preocupante ya que sigue entre 15 y 18 puntos por debajo de la media nacional en renta y PIB por habitante. Este último indicador ha sido 1,19 puntos inferior al crecimiento medio nacional entre los años 2000 y 2021, y de los datos que se anticipan seguirá creciendo por debajo de España y, en consecuencia, el diferencial negativo se seguirá ensanchando.
Cambiar esta situación solo será posible con un Gobierno ampliamente respaldado por la Asamblea regional, que le permita acordar un plan de actuaciones para la puesta en valor de todas sus potencialidades. Este plan tiene que estar dotado con objetivos, recursos y plazos para poder situar a la Región en la media nacional en el horizonte del 2030. Al mismo tiempo, resulta imprescindible alcanzar con el Gobierno nacional los acuerdos necesarios para la programación y realización de las infraestructuras que siguen condicionando su desarrollo.
"la Región hoy se encuentra muy alejada de su potencial en actividades fundamentales como el turismo, la logística y singularmente en los servicios avanzados"
Es un hecho que la Región hoy se encuentra muy alejada de su potencial en actividades fundamentales como el turismo, la logística y singularmente en los servicios avanzados, consecuencia directa de dos situaciones enquistadas en el tiempo: el continuo retraso en su incorporación a los grandes ejes de comunicaciones y la falta de consenso para acordar las actuaciones necesarias para recuperar su fortaleza y crecimiento por encima de la media nacional.
El mapa recoge el crecimiento del PIB por comunidades en 2022 y 2023 según el BBVA Research publicado en junio del 2023. El crecimiento del PIB de la Región en 2022 ha sido del 4,8%, 0,7 puntos por debajo de la media nacional del 5,5%, y para 2023 estiman un crecimiento del 1,8%, 0,6 puntos por debajo del crecimiento medio nacional del 2,4%. La caída en 2023 de la cifra de negocios del sector industrial, muy por encima de la media nacional, añade una mayor preocupación sobre la situación de la Región.
El PIB por habitante del año 2021 a nivel nacional es de 25.498 euros y a nivel regional de 21.236 euros, el 83,28% de la media nacional, con lo que el diferencial negativo de la Región se sitúa en 16,72 puntos. Este resultado es superior en 0,12 puntos al diferencial negativo del año 2020, que era de 16,6 puntos, una situación que se anticipa continúe empeorando dado que el crecimiento del PIB en la Región ha crecido por debajo de la media nacional. Y el del año 2023 igualmente se prevé crezca por debajo del ritmo de España. Si no se consigue cambiar esta tendencia y se recupera el crecimiento por encima de la media nacional el futuro de la Región es altamente preocupante.
Es el tiempo del realismo, de la negociación y el acuerdo para conformar un Gobierno ampliamente respaldado por la Asamblea regional, que responda al mandato de los ciudadanos. Un Gobierno que haga del diálogo y la negociación su principal compromiso, acordando con el Gobierno nacional hacer realidad las infraestructuras, ferroviarias, portuarias y viarias, conforme al acuerdo del 6 de marzo de 2020.
También debe concretar y poner en marcha un plan de actuaciones consensuado con los partidos políticos, la Delegación del Gobierno, los sindicatos y los empresarios, para que la Región se conforme en referente en la atracción de talento e inversores, reduciendo drásticamente la burocracia regional y municipal, la fiscalidad y el gasto no productivo. En este sentido, hay que implementar el silencio administrativo positivo a la vez que facilitar el desarrollo de las actividades productivas. La Región de Murcia se conforma hoy como el área de mayor capacidad de desarrollo de todo el Arco Mediterráneo español, y conseguir hacerlo realidad y situar a la Región en la media nacional en el horizonte de 2030 es el principal reto al que se enfrenta el nuevo Gobierno.