MURCIA. La exposición The Mistery Man, el hombre de la Sábana Santa -que exhibe una recreación hiperrealista del cuerpo de Cristo con las señales de la Pasión, basada en los datos científicos obtenidos de la Sábana Santa de Turín- ya se puede contemplar hasta el 31 de julio en la antigua iglesia de la Compañía de Jesús de Caravaca de la Cruz, tras ser inaugurada por el presidente del Gobierno regional, Fernando López Miras.

La muestra sumerge al visitante a lo largo de seis salas en la investigación y la historia de esta reliquia de la fe cristiana, a la que se atribuye haber envuelto el cuerpo de Jesús de Nazaret tras su muerte. De esta forma, se desglosan los aspectos más importantes de uno de los grandes enigmas de la historia: ¿Quién era el Hombre de la Sábana Santa? Según apuntan los organizadores: "Este recorrido por los estudios sobre la Sábana Santa, su impacto en el mundo cristiano y su influencia en la representación de la imagen de Jesús, te llevará a un viaje a través del tiempo y más allá de la ciencia". Así, habrá espacios -alguno inmersivo- dedicados a Jesús de Nazaret, su condena y muerte, a la Sábana Santa, a los estudios forenses y a su cuerpo.

Este último, precisamente, constituye el final de la experiencia. Allí espera al visitante una escultura hiperrealista de tamaño natural basada en criterios científicos y forenses tomados de la Sábana Santa: la representación de un hombre que pudo haber sido Jesús después de su muerte. En la recreación del cuerpo de Cristo se reflejan con máximo realismo las señales que dejaron los golpes, los latigazos, los clavos en manos y pies, la lanzada en el costado y la corona de espinas en la cabeza.

Esta exposición ha sido impulsada por la Fundación Camino de la Cruz con motivo del Año Jubilar y, además de la recreación de Cristo como atractivo central, también exhibe, por ejemplo, 30 denarios similares a los que se usaron para hacer el pago de la traición a Judas; la recreación de dos tipos de flagelos romanos; y una colección de ocho lanzas romanas de distintos modelos, entre los que se encuentra el de la que se usó para alancear a Jesús.

Igualmente, se muestra una reproducción de la Cruz y del Santo Sepulcro, así como una recreación de la cripta medieval en la que se halló la Sábana Santa, y de la cámara fotográfica con la que Secundo Pía, en el año 1898, realizó una fotografía a la Sábana.

Uno de los grandes enigmas de la historia

López Miras ha destacado que esta exposición reconocida internacionalmente "tenía que venir a Caravaca de la Cruz en este Año Jubilar", y puso en valor que, valiéndose de las tecnologías más innovadoras, "nos muestra a Cristo con toda la dureza de la tortura a la que fue sometido". El presidente recordó que "el sentido del camino de peregrinación a Caravaca de la Cruz es precisamente encontrar la historia real de quien santificó la Cruz, y eso es algo que se tiene presente en cada una de las actividades que forman parte del extenso programa del Año Jubilar".

En The Mystery Man se recuerda que la Sábana Santa de Turín, también conocida como Síndone, es una reliquia de la fe cristiana a la que se le atribuye el haber envuelto el cuerpo de Jesús de Nazaret tras su muerte. En ella aparece, aunque algo borrosa, la impronta de un hombre con signos de tormentos. A la izquierda muestra la vista frontal, y a la derecha la parte dorsal. El tiempo también dejó su huella en las quemaduras sufridas en un grave incendio que casi destruye la tela, pero aún permite ver la imagen del cuerpo y el rostro que la iconografía ha identificado a lo largo de la historia como el de Jesús de Nazaret.

La ciencia forense ha demostrado que la tela, en algún momento de su historia, cubrió a un hombre que sufrió torturas, lo que coincide con los datos que transmiten los relatos evangélicos: la coronación de espinas, flagelación, crucifixión y lanzada en el costado. Los diversos estudios realizados siguen sin poder establecer cómo pudo formarse la extraña imagen. Aún no se han explicado su carácter de negativo, las tres dimensiones y la ausencia de pigmentos.

La exposición puede visitarse hasta el 31 de julio, de lunes a sábado de 10.00 a 19.00 horas, y los domingos de 10.00 a 12.00 horas y de 13.30 a 19.00 horas.