La pitopausia llama a su puerta

MURCIA. Bueno, puntualicemos: llama a su puerta cuando es educada. La mayoría de las veces te sientas en el sofá y de repente piensas:

—¡Coño! ¿Quién es el tío que hay en mi sofá en bambas con una camiseta de Los Goonies?

Como ocurre ahora, que te vas quince días de vacaciones a La Manga y cuando vuelves encuentras okupas en casa. Igual pasa con la pitopausia, chasqueas los dedos y se te ha colado dentro y a ver quién tiene huevos a echarla.

"Saltar los cuarenta es duro para todos"

Oiga usted, es que la broma de la pitopausia sale por un ojo de la cara; que si moto de 2.300 c.c, que si partidos de pádel, que si Warm Up Festival… ¡que si viaje a Turquía!... Como en Lluvia de estrellas que despides a Mortadelo y vuelve El Puma. ¡Ni cuando lo conociste tenía tanto pelo! Me pregunto yo, desde la ignorancia por supuesto, ¿no podrían injertarles en la cabeza el pelo del pecho? Es por darle alguna utilidad, porque, vamos, para entrar ahí necesitas una desbrozadora. Al final cuando lo de arriba espuma, estas en el lecho conyugal y te sientes Sigourney Weaver en Gorilas en la niebla… pero en la oscuridad.

Saltar los cuarenta es duro para todos. Ahora, los que hicimos la EGB, con el ingenio que nos caracteriza, nos hemos inventado esa falacia de que los cuarenta son los nuevos treinta, y los cincuenta los nuevos cuarenta… y así quitándole décadas al DNI. Pero al reloj biológico no lo engaña nadie. Un día tienes en la cara un grano pornofo y al otro en la mano el billete a Turquía. Por muchas camisetas vintage que te compres, ya no volverán esos jueves universitarios donde recorrías las tascas montado en un carro de Mercadona tras tomarte en el Togo los chupitos sin manos.

Esto de la pitopausia no es un mito, ni algo que nos hayamos inventado las mujeres cuando descubrimos un condón en la cartera. Es algo real y si no miren los síntomas: músculos de Blandiblub, se entromete en la compra, gruñón, barriga cervecera, ansiedad, depresión, cansancio… ¡Ah, amigo! Se acaba de dar cuenta ¿verdad? ¡Ese es usted! Por no hablar de cómo le saluda ahora su campeón por las mañanas: como un viejo decrépito. De hecho, algún autor lo ha llamado 'otoño en los pantalones'. Muy condescendiente me parece el eufemismo…, más bien DANA… por lo que arrasa. Sobre todo con la autoestima masculina cuando ese miembro viril lejos de ser Thor maza en mano, se convierte en un pequeño Gollum obsesionado con su tesoro.

Sí, señores, como en cualquier caso de pérdida, empezará por la negación (esto no me puede estar pasando a mí), pero lo mejor es aceptarlo cuanto antes y llevarlo con la mayor dignidad posible. Ante todo le doy un consejo, no se separe de su cari pensando que en la soltería va a encontrar la juventud perdida. Podrá encontrar mujeres más jóvenes, pero que le aguanten sus manías de pitopaúsico, no. Bueno, todo depende del tamaño de su cuenta corriente… Si no que se lo digan a Flavio Briatore estandarte de la causa; escudería y supermodelo ¡Qué más se puede pedir?

Gracias por su lectura.