MURCIA. La Plataforma de Apoyo al Real Murcia (PARMU), que jugó su papel para evitar la desaparición del club grana que era una amenaza clara por la mala gestión de anteriores dirigentes y que llevó a acumular una deuda millonaria que todavía sigue coleando, se ha disuelto dos años después de su creación debido a la división entre sus integrantes.
Así se ha acordado en una junta extraordinaria que se ha celebrado en el despacho del abogado Manuel Sánchez Melgarejo y a la que han asistido algunos de los 25 miembros de este colectivo que surgió en octubre de 2018 al reunirse accionistas minoritarios. Varios de ellos pasaron a formar parte de consejo de administración del club como José María Almela, quien llegó a presidir la entidad.
La PARMU, cuya presencia llevó a Víctor Gálvez a abandonar la presidencia y el mando del club, había perdido peso desde hace meses y su opinión ya no tenía la trascendencia que adquirió en un pasado, por lo que se ha optado por su disolución.
Es el último paso de una plataforma que protagonizó el movimiento SOS Real Murcia con acciones como la masiva venta de pulseras y que propició una muy necesaria ampliación de capital.