MURCIA. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha estimado que la pandemia provocada por el coronavirus puede provocar hasta 25 millones de nuevos desempleados. En el informe ‘Consecuencias y respuestas’, se reclaman medidas urgentes para todo el mundo y que sean contundentes en la protección de los trabajadores en el lugar de trabajo, estimular la economía y el empleo, y sostener los puestos de trabajo y los ingresos.
Así, la OIT demanda que se amplíe la protección social, medidas de apoyo para mantener el empleo (jornadas reducidas, vacaciones remuneradas y subsidios) y la concesión de ayudas financieras y desgravaciones fiscales, en particular a las microempresas y pequeñas y medianas empresas. Además, también proponen medidas de política fiscal y monetaria, así como préstamos y ayuda financiera a sectores económicos concretos.
En España, la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) y el Centro de Predicción Económica (Ceprede) han elaborado un informe en el que destacan que la inactividad económica afectará intensamente al empleo, que perderá hasta 300.000 trabajadores.
Gerardo Cuerva, presidente de Cepyme, afirma que la pequeña y mediana empresa no quiere cerrar ni despedir a sus trabajadores, pero que no tiene otro remedio que despedir temporalmente y quizá, si posteriormente no hay medidas que ayuden a reflotar el empleo, serán despidos permanentes.
Tanto la OIT que dirige Guy Ryder, como distintas asociaciones empresariales en España, temen también un aumento del subempleo, ya que las consecuencias económicas se está traduciendo ya en reducciones de jornadas y salarios. En los países en desarrollo, se indica en el informe de la Organización Internacional de Trabajadores, es posible que las restricciones al movimiento de personas y mercancías anulen el efecto amortiguador que suele tener el empleo por cuenta propia.