CARTAGENA. Ruy, Ruy Díaz, Rodrigo, El Cid, Sidi, El campeador, el de Vivar, Rodrigo Díaz de Vivar, el de los mil nombres, el de los mil rostros, el que más esculturas tiene a nivel mundial... Mucho se ha hablado y muchas son las visiones que se tienen sobre este "héroe arcaico" que protagoniza la obra de teatro CID, que se pondrá en escena el 16 de septiembre en el Nuevo Teatro Circo de Cartagena.
Antonio Campos será el encargado de contar esta historia, tanta veces narradas, pero a través de sus hermanos, de los que desde que nació hasta que murió no se separaron de su Señor, acompañado con la música de La Musgaña, con más de treinta y cinco años de folk Ibérico respetando la tradición y cultura heredadas de nuestros antepasados.
Explica desde esta producción que del Cid se ha hablado y se hablará mucho: "que si fue un héroe, un mercenario, que si amaba a su rey, que si lo odiaba, que si atendía a las parturientas y hasta se ha dicho de él que era un encanto, un ser milagroso casi santo". El caso, apuntan, es que cada uno se imagina al Cid de una manera.
"Quien mejor nos pueden contar su historia son los Vivares: aquella mesnada que lo siguió en el exilio; zarrapastrosos, tullidos, ánimas en pena, desechos humanos. En fin, un séquito de batalladores desconocidos; los sin nombre. Este es el cantar de los caminos, un cantar que ha llegado de boca a oído hasta nuestros tiempos. Un cantar que no está escrito, un cantar universal que habla de hombres valerosos y mujeres idealizadas. Un cantar que llega hasta nosotros a través de los hijos, de los hijos, de los hijos de los muertos".