MURCIA (EFE).- La nueva directora de la Compañía Nacional de Danza (CND), la murciana Muriel Romero, ha presentado este miércoles su primer proyecto al frente de la institución, en la que ha sustituido a Joaquín de Luz, con el que pretende abarcar "múltiples estilos y lenguajes", en los que habrá una mirada al pasado, pero también al presente y las nuevas tecnologías.
Un proyecto que abarca "múltiples estilos y lenguajes", ha reseñado Romero, que tiene como piedra angular "alimentar a la compañía con coreógrafos que han hecho historia, con los actuales y con el baile que vendrá en el futuro".
Además, ha explicado que su intención es hacer converger la danza con otras disciplinas de las artes escénicas y establecer un diálogo intergeneracional entre coreógrafos consolidados y emergentes, tanto nacionales como internacionales "con lenguajes únicos".
Romero ha dejado claro su compromiso con el feminismo aunque será la calidad la que marque su hoja de ruta.
"Voy a dar oportunidad a mujeres coreógrafas nacionales que no han pasado por esta casa como María Ribot o Luz Arcas, que llevan años en la escena contemporánea, pero también hay hombres", ha puntualizado.
Ha definido su propuesta como un "proyecto ambicioso" en el que tendrán cabida el baile clásico, el neoclásico, las artes performativas y la vanguardia, y ha confirmado que está ya en contacto con The George Balanchine Trust y tiene la intención de programar 'Onegin', de John Cranko.
Romero (Murcia, 1972) no es ajena a la CND, ha recordado que sus inicios como bailarina profesional comenzaron con su primer contrato en la compañía a los 16 años, cuando la dirigía Maya Plisétskaya .
"Esta casa me ha dado muchísimas oportunidades para impulsar mi carrera profesional", ha reconocido la bailarina, que ha desarrollado una intensa carrera internacional como solista en el Bayerische Staatsballett en Múnich. Tiempo después, regresó al CND durante cinco años cuando estaba a cargo de la dirección de Nacho Duato.
Ampliando los horizontes de la danza, en 2008 funda y dirige el Instituto Stocos -iniciativa que ha abandonado en estos momentos-, junto al compositor Pablo Palacio, un proyecto transdisciplinar que combina danza, música, matemáticas, psicología experimental e inteligencia artificial.
En esa línea, Romero tiene como objetivo ampliar el repertorio de la CND que incluirá creación propia, y creará un vínculo con otras disciplinas donde el "vórtice es el cuerpo", el pensado por filósofos, músicos robótica, ingenieros y dramaturgos.
"Ya está bien de reposiciones, hoy en día el arte y la ciencia se dan la mano. Ya está bien de Bellas durmientes", y apuesta por trabajar con la historia universal de la literatura, incluida la española, y "llenarla de danza".
"Los bailarines son el alma de una compañía", ha subrayado, ante la perspectiva de las audiciones que se llevarán a cabo estos días para completarla. "Quiero bailarines con una capacidad técnica y artística de gran nivel".
La directora también ha resaltado que su intención es acercar la danza a diferentes públicos y colectivos, en especial con aquellos con capacidades funcionales e intelectuales distintas, "tenemos un compromiso con la agenda 2030"; además de descentralizar las giras y acercar a la compañía al ámbito rural. "Donde habitualmente no estamos presentes".
"Quiero abrir esta casa al pensamiento, a la investigación y a la creación", ha reseñado la directora, que estará acompañada por Mayda Islas, como directora adjunta.