MURCIA. Fini Golosinas ha experimentado un crecimiento cercano al 50% en tan solo el último año. Y es que esta empresa afincada en Molina de Segura ha logrado mejorar su cifra de negocios en más de 100 millones en un 2022 en el que marcó un nuevo récord de facturación con 372 millones de euros embolsados.
De esta forma, se superan en un 43% las ventas obtenidas en en el pasado 2021, cuando alcanzó una facturación bruta de 260 millones de euros que ya entonces supuso un nuevo récord para la compañía, según especifica la propia empresa en su memoria de sostenibilidad.
De acuerdo con Fini, la clave de este crecimiento es su apuesta decidida por el mercado extranjero, pues cuenta con 10 filiales internacionales y vende en más de 100 países. De hecho, el 80% de su producción está destinada al mercado exterior.
En cualquier caso, también en España la marca Fini goza de un buen posicionamiento de mercado, pues se mantiene líder del Canal Impulso, es decir, aquellas compras realizadas sin el objetivo de consumir el producto en ese mismo momento como es el caso de los supermercados.
Sin embargo, la plaza donde más terreno está ganando Fini no es tanto el país que la vio nacer como en Brasil, su filial más importante y una zona donde ya concentra el 73% de la cuota de mercado. De hecho, acaba de realizar una mejora en sus instalaciones del país sudamericano en colaboración con la también molinense Llao Maquinaria.
Desde 2021 the Fini Company ha conseguido reducir el consumo de luz por tonelada producida en un 6,7%. Esta disminución se traduce en una reducción de medio millón de kg de CO2 respecto a las emisiones totales. En cuanto al consumo de agua potable, la compañía murciana ha dejado de consumir casi seis millones de litros de agua potable respecto a tonelada producida, reduciendo el ratio en un 2,7%.
Por otro lado, la compañía ha reducido sus residuos de plástico un 11,12% en 2022 respecto al año anterior, pasando de un 38% a un 29% los residuos de plásticos generados en la industria considerados como no peligrosos.
Además, se ha logrado que más del 63% de los envases sean monomaterial y, por tanto, reciclables. Por otro lado, la compañía ha certificado a través del instituto Itene que gran parte de sus tarros son reutilizables. La reutilización entre los clientes e intermediarios, que ponen el producto a disposición del consumidor final, es una práctica habitual que les ha permitido reducir el consumo de plásticos en más de un 50%.
Todas estas mejoras vienen unidas a cambios en las instalaciones del grupo, con el fin de optimizar la combustión y bajar el consumo de gas natural y de las emisiones de gases de efecto invernadero. Fini también ha instalado compactadores y prensas neumáticas con el objetivo de compactar los residuos y reducir su volumen, optimizando así el transporte de los mismos. Además, ha sustituido en todas las secciones de producción los tubos fluorescentes por LED.