MURCIA. El incremento de la ingesta de alimentos altamente calóricos y la reducción de la práctica de ejercicio físico explican que casi la mitad de los españoles reconozca haber ganado peso durante la cuarentena. Así se desprende de una encuesta realizada por la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) que ha analizado cómo ha impactado el confinamiento motivado por la pandemia de la covid-19 sobre el control del peso.
El estudio destaca que el 45,8% de los españoles encuestados reconoce haber engordado durante el periodo de confinamiento. La mayoría de ellos, el 89%, afirma haber ganado entre 1 y 3 kilos y una proporción nada desdeñable, el 16%, admite haber aumentado hasta 5 kilos de peso. La investigación recoge también una particularidad y es que las mujeres son el colectivo más afectado por la ganancia de peso, pero los hombres son los que más kilos han engordado. Los mayores de 65 años han resultado ser los más afectados. Los autores del trabajo consideran que las cifras son preocupantes porque casi la mitad de la población española, según los datos obtenidos en el estudio, afirmaba tener sobrepeso antes de iniciarse el confinamiento.
La principal causa que explica esta ganancia de peso, para seis de cada diez encuestados, es la disminución de ejercicio físico y el aumento de la ingesta. La buena noticia es que la mayoría de la población afectada, el 60%, asegura estar tomando medidas para recuperar un peso equilibrado, más todavía ahora que llega la nueva normalidad y entra el verano.
Javier Marhuenda, miembro de la Academia Española de Nutrición Humana y Dietética y profesor e investigador de Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM), aconseja tomar medidas cuanto antes para evitar seguir ganando peso. “Es recomendable limitar la ingesta de alimentos con alta densidad energética, sobre todo, azúcares y grasas y fomentar el consumo de alimentos saludables, como frutas y verduras”, afirma. “Algo muy útil es reducir el volumen del plato de aquellos alimentos ricos en energía como pasta o arroz y optar por cocinados suaves que no requieran grasa en su preparación, así como ocupar la mitad del volumen del plato con verdura, un cuarto con pescado, carne o huevo, y el cuarto restante con una fuente de hidratos como patata, arroz, legumbres, pasta o quinoa”.
El profesor de la UCAM recuerda que la dieta, por sí sola, no es suficiente para lograr de nuevo un peso equilibrado. En sintonía con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Marhuenda explica que la población general debería “practicar actividad física periódica, al menos, 60 minutos al día en el caso de niños y adolescentes y no menos de 150 semanales en adultos”.
La Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) ha editado un decálogo con consejos prácticos para recuperar el peso ideal tras el confinamiento motivado por la covid-19:
1. Controla el peso y, si has subido, ponte manos a la obra para perderlo de forma inmediata, no esperes.
2. Busca ayuda profesional contrastada, hay mucha desinformación y mucho riesgo en las dietas o productos milagro.
3. Haz actividad física de intensidad moderada, al menos, 30 minutos al día. Debes conseguir sudar al hacerlo.
4. Menos coche y más bicicleta o caminar. Planea trayectos al trabajo andando. Ponte como objetivo 10.000 pasos día.
5. Deshazte de todos los alimentos hipercalóricos y procesados que tengas almacenados.
6. Vuelve a los alimentos frescos. Siempre un plato de verdura y fruta de postre en cada comida. Evita fritos y salsas.
7. Sorprende a tus familiares y amigos con nuevas recetas saludables.
8. Recupera tu ritmo de vida. Actívate por las mañanas y duerme por las noches.
9. Reduce el consumo de alcohol.
10. Las personas con sobrepeso presentan una peor evolución si padeces la covid-19, por lo que perderlo es la opción más rentable para tu salud.
Controlar la alimentación y practicar ejercicio físico son una buena opción para cuidar tu salud. Además, algunos suplementos alimenticios pueden resultar de utilidad para complementar la dieta. Por ejemplo, la yemoterapia y la fitoterapia pueden convertirse en un aliado para el organismo.