MURCIA. El mercado de productos ecológicos está de enhorabuena un año mas. Así lo ha señalado el Informe Anual de 2024 sobre Consumo y Producción Ecológicos que ha destacado el crecimiento continúo de este sector; el año 2023 ha sido especialmente favorable para el consumo ecológico español alcanzando una cifra récord de 3.000 millones de euros.
Aunque España sigue estando rezagada con respecto a los países europeos líderes en gasto (con un promedio de 64 euros por habitante al año), se observa un crecimiento significativo del 6,2% con respecto al año anterior que la acerca cada vez más a sus vecinos del continente.
Grandes cadenas como Aldi o Carrefour están en alza con los productos biológicos, por lo que el sector mira al futuro con optimismo, pero no le sucede lo mismo a los pequeños comercios. Los consumidores españoles prefieren la gran distribución para comprar los productos ecológicos, un 50% frente al 16% que eligen tiendas especializadas. Y aquí es donde aparece el verdadero problema para los minoristas.
En muchos casos los productos que compramos en grandes superficies no cumplen con los paramétros de la cultura ecológica, tal y como explica Mario Crespo, propietario de Barriga Verde en Alcantarilla: "En muchas ocasiones los grandes almacenes sacrifican el aspecto ambiental o una distribución sostenible por conseguir precios más bajos. En los pequeños comercios la producción es menos intensiva, con lo que la calidad de los productos es mayor." Para Crespo, igual que para muchos propietarios de pequeños comercios ecológicos, ésta es la diferencia que permite que las grandes cadenas puedan bajar sus precios, pero "alejan al producto bio de su componente diferenciador".
Los pequeños comercios no pueden competir con estos bajos precios, por lo que para ellos esa guerra está perdida. "El problema es que los españoles seguimos pensando que los productos ecológicos son caros, por lo que el consumidor no prioriza la alimentación. No se trata del nivel adquisitivo, sino de la mentalidad. En un coche o en una casa da igual lo que gastamos, pero en lo que comemos no", lamenta Crespo. Continúa diciendo que "aunque es cierto que el comportamiento del consumidor ha cambiado en los últimos 5 años y cada vez reclaman más productos sostenibles, aún tenemos que cambiar este cliché".
Pero las diferencias no están únicamente en la etiqueta verde, sino también en la relación en el asesoramiento personalizado que el vendedor ofrece a los clientes. "A veces tardo más de 10 minutos en explicarle a alguien los beneficios de un producto, o simplemente me cuentan sus intolerancias y qué es lo que van buscando para que yo les pueda ayudar", asegura Mercedes, propietaria de La Tienda Ecológica en el Mercado de Veróncias. Lo mismo le sucede a Mario en su tienda: "Si algún cliente necesita algún producto que no tengo en mi tienda , enseguida busco algún proveedor para conseguirlo. Es una atención que en los grandes almacenes no pueden encontrar."
Según el informe anual lo que más valoran los consumidores españoles de los productos ecológicos es que son más naturales y saludables (43%), el 20% por su sabor, calidad y procedencia y el 5% porque tienen más nutrientes o alergias alimentarias. La propietaria de la Tienda Ecológica da fe de que estas características son las que buscan sus clientes: “Cada vez más la gente con enfermedades y alergias optan por comprar productos ecológicos. Hace poco, cuando ocurrió lo de las fresas infectadas, una de mis clientas me dijo que tenía miedo de que su hijo se hubiera comido alguna, y que a partir de ahora las compraría sólo aquí porque se fiaba más”.
