MURCIA. Cereales y Harinas Garsán ha perdido dos terceras partes de su beneficio en el ejercicio correspondiente al año 2022. La compañía lorquina, pese a que ha elevado su cifra de facturación hasta un nuevo récord, ha experimentado un descenso interanual en las ganancias del 63%.
En concreto, el resultado neto de las cuentas consolidadas ha quedado fijado en los 2,8 millones de euros, cerca de 5 millones por debajo de los 7,5 millones que obtuvo en el año 2021.
Pese al incremento en los costes de producción, las variaciones de precios que tuvieron lugar durante el 2022, el año de la inflación, provocaron que los márgenes finales fueran positivos y cortos, de forma que la sociedad considera este un buen ejercicio. Al fin y al cabo, las principales diferencias respecto al año anterior se deben a las pérdidas provocadas por los tipos de cambio y a la ausencia de los 4 millones de beneficio por enajenaciones que obtuvo en 2021.
En cambio, la facturación del grupo se ha visto aumentada hasta los 568 millones, un 25% por encima de los 452 millones que alcanzó en el año anterior. Dicho de otra forma, elevó su cifra de negocios en más de 115 millones -un crecimiento que triplica al del 2021- en un ejercicio en el que, además del efecto precio, también se ha obtenido un récord en toneladas en la rama de materias primas del negocio.
Este resultado, que mantiene una línea ascendente en el volumen de operaciones de cara al 2023, muestra una evolución positiva "debido al esfuerzo organizativo de la empresa en su búsqueda de asentamiento en unos mercados que cada día requieren la mayor calidad del producto", señalan desde la propia Garsán en su hoja de cuentas.
El Grupo Alcaraz está formado por Cereales y Harinas Garsán como sociedad principal, así como por la firma de logística Hermanos Alcaraz Torroglosa, la compañía de porcino Granja las Nubes y la filial lusa Garsán Portugal. Asimismo, también concentra las ucranianas Klan Oil y Klam Oliya, al igual que la lorquina Alinatur, especializada en la venta de pienso.
