CARTAGENA. El Ayuntamiento prepara un nuevo contrato de labores de mantenimiento en las playas, introduciendo las nuevas necesidades, como el mantenimiento de pasarelas o retirada de biomasa. El IMSEL (Instituto Municipal de Servicios del Litoral) hizo un contrato para mantenimiento de playas y refuerzo de limpieza en las localidades ribereñas. El objetivo era mejorar servicios para romper la estacionalidad y para la limpieza más allá del verano.
El contrato, con sus sucesivas prórrogas, terminó el pasado año. El Imsel -firmante del contrato- fue disuelto (por la alcaldía de José López), con lo que desaparece el contratante. El Ayuntamiento, que ya tiene un contrato de limpieza, no puede hacer otro para las localidades costeras. Sí puede contratar labores de mantenimiento en las playas, introduciendo las nuevas necesidades, como el mantenimiento de pasarelas o retirada de biomasa. Ese contrato se está tramitado en este momento. La limpieza se sigue haciendo por Lhicarsa y el mantenimiento en playa lo hace el personal del área de litoral.
Pero en este impasse se encuentran los que hasta hace poco han sido los trabajadores que prestaban este servicio, que ven temer sus puestos de trabajo. Consideran que la "falta de previsión por parte del Ayuntamiento de Cartagena, hace que seamos los 16 trabajadores y sus familias los que vamos a terminar pagando los 'platos ratos', pues parece ser que ahora nadie puede garantizar nuestro puesto de trabajo".
Explican, por su parte, que durante el año 2020, en diferentes ocasiones, "los trabajadores nos hemos reunido con la Concejalía (de Infraestructuras) para interesarnos por nuestro futuro. Siempre nos han tranquilizado indicándonos que todo se encontraba en orden y solucionado, y garantizándonos la estabilidad laboral", aunque todo hace indicar que queda en el aire, supeditado al nuevo contrato.
"Estamos en el año 2021, a un mes de llegar Semana Santa y llenarse nuestras playas de ciudadanos, y todavía estamos sin un servicio que garantice la limpieza e idoneidad de las infraestructuras del litoral", y el futuro laboral de esas 16 personas queda, por tanto, en el aire.
Desde el Ayuntamiento explican, por su parte, que dichos trabajadores dependían directamente de la empresa concesionaria del servicio, por lo que no existe vínculo contractual alguno con ellos a día de hoy. Los trabajadores son empleados de FCC, que es la empresa contratista, no del Ayuntamiento, apostillan fuentes municipales.